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Tuesday, June 19, 2018

RESISTENCIA AL PESIMISMO


RESISTENCIA AL PESIMISMO

            Mi generación, mi agradecida generación, éramos el control remoto de la televisión de nuestros padres, que de paso, esta (la televisión) era en blanco y negro, pero se inventó el bendito control y mis hijos ni se imaginan que pudiese existir un televisor sin ese apéndice tan importante para el bienestar.

            Si ese alguien, a quien deberían hacerle un monumento, hubiese sido pesimista, simplemente estaríamos en las mismas.

            Lo mismo ocurre con los aviones, los cohetes que fueron a la Luna, la cámara para retroceder que tiene mi carro y por favor, vamos más atrás: ¿recuerdan la bombilla?, ¿recuerdan que nacimos sin teléfono celular? ¿Qué los carros de nuestros padres no tenían airbag, ni cinturones cruzados y la gran mayoría tampoco tenían aire acondicionado? ¿Impensable verdad?; pues fueron hechos, todos sin excepción, por personas que se resistieron al pesimismo.

            Saquen esta cuenta: ¿se han percatado de que se encuentran rodeados de personas que son miembros anónimos de sus propias vidas?; piensen, ya sé que lo conocen, son esos que se dejan llevar por la inercia del río absurdo donde los zumbaron cuando eran niños y les cerraron sus mentes, se las condicionaron, supuestamente con amor, los castraron, los suprimieron y les enseñaron a no resistirse al pesimismo, porque es mucho más fácil decir: “eso no se puede” a intentarlo sin saber cómo.

            Mis amigos saben bien que una de mis palabras favoritas es REINVENTARSE, porque no tengan dudas que a esta hora es más fácil manosear el control de la tv prenombrado, que triturarme los sesos pensando en el tema de hoy. Es más fácil estar en el bar que frente a mi computadora y agregaría que también es más sabroso. Sería más cómodo, estar tirado sin ropa interior en mi cama, hablando por mi teléfono inalámbrico inventado por alguien que se resistió al pesimismo, de manera que hay muchas cosas más fáciles que escribir libros, pero les aseguro que no son más sabrosas, porque el hombre solo será feliz en la acción y no en la merma de sus capacidades, de sus talentos, de sus retos.

            Me preguntó uno de mis lectores, porque siendo un hombre de mar, con dieciséis años a bordo de buques de guerra, mis dos últimas novelas son sobre aviación y no sobre lo que se supone que bien se y mi respuesta no se hizo esperar para ripostar que antes de esos dos libros que se han vendido como pan caliente, yo sabía muy poco sobre esa materia y tuve que estudiar, entrevistar a expertos, preguntar, investigar y resistirme al pesimismo.

            Pueden tomar el camino al absurdo, a la lenidad, a la tranquilidad de la mofa incauta de la ignorancia o por el contrario, la recomendación, la vía a estar alineados, orgullosos, sentirse capaces, útiles y de paso produciendo dinero, solidificando su prestigio, inventando e inventándose para bien de la humanidad y concordia de su pensamiento.

            Debemos resistirnos al pesimismo, porque estamos solo a un pensamiento de distancia de lograr lo que queramos.

            Sartre llegó a decir: “las palabras se convierten en actos”

             Bernardo Jurado, es escritor.
Su mas reciente novela: "Volando en el ataúd"
a la venta en Amazon y las mas prestigiosas librerías de Miami

2 comments:

  1. Si está en tu mente, puedes convertirlo en real.
    O como me dice todavia el Capo mayor: Lo que es del cura va pa la iglesia..:. Check six!

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  2. Reinventarse es tarea diaria, mira lo que le pasó a GE. Lo quitaron ayer del DOW JONES después de más de 100 años. Yo trabajé 24 años para GE, y me reinvented hace 7 años ayudando a arreglar otra compañía grande (JCI/TYCO). Lo difícil es reinventarse en casa. Ahí está más duro

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