RESISTENCIA
AL PESIMISMO
Mi
generación, mi agradecida generación, éramos el control remoto de la televisión
de nuestros padres, que de paso, esta (la televisión) era en blanco y negro,
pero se inventó el bendito control y mis hijos ni se imaginan que pudiese
existir un televisor sin ese apéndice tan importante para el bienestar.
Si
ese alguien, a quien deberían hacerle un monumento, hubiese sido pesimista,
simplemente estaríamos en las mismas.
Lo
mismo ocurre con los aviones, los cohetes que fueron a la Luna, la cámara para
retroceder que tiene mi carro y por favor, vamos más atrás: ¿recuerdan la
bombilla?, ¿recuerdan que nacimos sin teléfono celular? ¿Qué los carros de
nuestros padres no tenían airbag, ni cinturones cruzados y la gran mayoría tampoco
tenían aire acondicionado? ¿Impensable verdad?; pues fueron hechos, todos sin excepción,
por personas que se resistieron al pesimismo.
Saquen
esta cuenta: ¿se han percatado de que se encuentran rodeados de personas que
son miembros anónimos de sus propias vidas?; piensen, ya sé que lo conocen, son
esos que se dejan llevar por la inercia del río absurdo donde los zumbaron
cuando eran niños y les cerraron sus mentes, se las condicionaron, supuestamente
con amor, los castraron, los suprimieron y les enseñaron a no resistirse al
pesimismo, porque es mucho más fácil decir: “eso no se puede” a intentarlo sin
saber cómo.
Mis
amigos saben bien que una de mis palabras favoritas es REINVENTARSE, porque no
tengan dudas que a esta hora es más fácil manosear el control de la tv
prenombrado, que triturarme los sesos pensando en el tema de hoy. Es más fácil estar
en el bar que frente a mi computadora y agregaría que también es más sabroso. Sería
más cómodo, estar tirado sin ropa interior en mi cama, hablando por mi teléfono
inalámbrico inventado por alguien que se resistió al pesimismo, de manera que
hay muchas cosas más fáciles que escribir libros, pero les aseguro que no son más
sabrosas, porque el hombre solo será feliz en la acción y no en la merma de sus
capacidades, de sus talentos, de sus retos.
Me
preguntó uno de mis lectores, porque siendo un hombre de mar, con dieciséis años
a bordo de buques de guerra, mis dos últimas novelas son sobre aviación y no
sobre lo que se supone que bien se y mi respuesta no se hizo esperar para
ripostar que antes de esos dos libros que se han vendido como pan caliente, yo sabía
muy poco sobre esa materia y tuve que estudiar, entrevistar a expertos,
preguntar, investigar y resistirme al pesimismo.
Pueden
tomar el camino al absurdo, a la lenidad, a la tranquilidad de la mofa incauta
de la ignorancia o por el contrario, la recomendación, la vía a estar
alineados, orgullosos, sentirse capaces, útiles y de paso produciendo dinero,
solidificando su prestigio, inventando e inventándose para bien de la humanidad
y concordia de su pensamiento.
Debemos
resistirnos al pesimismo, porque estamos solo a un pensamiento de distancia de
lograr lo que queramos.
Sartre
llegó a decir: “las palabras se convierten en actos”
Bernardo Jurado, es escritor.
Su mas reciente novela: "Volando en el ataúd"
a la venta en Amazon y las mas prestigiosas librerías de Miami
Si está en tu mente, puedes convertirlo en real.
ReplyDeleteO como me dice todavia el Capo mayor: Lo que es del cura va pa la iglesia..:. Check six!
Reinventarse es tarea diaria, mira lo que le pasó a GE. Lo quitaron ayer del DOW JONES después de más de 100 años. Yo trabajé 24 años para GE, y me reinvented hace 7 años ayudando a arreglar otra compañía grande (JCI/TYCO). Lo difícil es reinventarse en casa. Ahí está más duro
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