LA
CONQUISTA DE BROADWAY
Hoy
me lo volvieron a preguntar, pero no cualquier persona, sino una muy importante
en mis afectos.
Las
personas asumen que todo se ha dado con facilidad pasmosa, notable, genial, sin
imaginar lo que hay detrás del espectáculo, de esa ilusión óptica de éxito,
pero se los voy a explicar y esta será la última vez, no para desalentarlos,
que es la parte fácil, humana, más laxa y hasta lógica, no, es para que sepan
cual es el secreto, que a la vez no lo es, porque lo tienen frente a sus ojos.
Ella
me dice hoy: “Claro, para ti es muy fácil porque vives en Miami, la tierra de
lo posible, donde todo se da con facilidad” y yo les digo: ¿miren que injusta
es la cosa?
Las personas en Latinoamérica, en su fuero interno, (pero
bien interno), observan a los de aquí y piensan que los dólares se pueden
conseguir en las aceras, detrás de los árboles o bajo las piedras. Con
evidencia incontrovertible, el ambiente, las carreteras, los edificios, los
lugares turísticos son impresionantemente atractivos, pero nosotros los
pagamos: ¿sabían eso?, si y los pagamos bien caros con nuestros impuestos, pero
a lo que vamos: vivo en Miami, después de que el hijo de puta de Chávez y sus
malandros, me pusieron a escoger entre la cárcel y el exilio y toda una vida de
trabajo, mi casa, mis muebles, mis amados libros, mi matrimonio, ¡todo!,
excepto la voluntad de levantarme, excepto la constancia, la disciplina, LA
PERSISTENCIA, lo perdí en un abrir y cerrar de ojos y eso fue en el 2006, donde
la fiesta aún estaba vigente, de manera que no acepto cuentos de camino, como
si ha sido fácil; aquí llegué y no he
descansado ni un día hasta lograrlo y ¿saben qué?, voy a seguir, no me canso,
pero tampoco me quejo, es este el primer escrito en este tenor de llanto,
porque tampoco tengo porque explicar mi vida, cuando nadie, excepto mi familia,
mi honorable familia, ha contribuido, ha ayudado, ha sostenido mi fe que al
igual que a la Madre Teresa se ha quebrado alguna vez. Si, así es, pero
conquistemos Broadway y se los explico con un buen ejemplo, porque Broadway es
el cementerio de las esperanzas muertas, pero también es la puerta delantera de
la oportunidad:
La
escritora Fannie Hurst, llegó a New York, con la resolución de transformar sus
escritos en riqueza ¿les suena familiar esto a los amigos que me han
escuchado?; y estuvo cuatro años pateando las calles en trabajos subalternos,
hasta que un editor del Saturday Evening Post, luego de su trigésima sexta
carta de rechazo, le dio una oportunidad. ¡Cualquiera hubiese abandonado!, pero
no ella (ni yo) y los editores comenzaron a tocar a su puerta. Más tarde la
industria cinematográfica la descubrió y ya el dinero no llegaba en gotas sino
en oleadas.
Las
personas que han adquirido grandes fortunas, adquirieron primero perseverancia,
de manera que prepárense, porque ¡allá vamos!
Tienen
la opción de quejarse y no hacer nada; o de perseguir sus sueños, con un plan
ejecutable, adaptable y aceptable.
Bernardo Jurado es escritor.
Su mas reciente obra: "Volando en el Ataúd"
a la venta en Amazon y librerías de Miami
Bravo, lo certificó
ReplyDelete