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Friday, June 22, 2018

52 CUENTOS MALOS




52 CUENTOS MALOS

            Creen poder escribir el difícil género de la novela, se creen en capacidad absoluta de hacerlo y todos sabemos que no es así, pero les tengo buenas noticias, una de muy vieja data, de hace poco menos de dos siglos atrás.


            Si lograras escribir con poca pasión, con poco entrenamiento y con poca motivación un cuento cada semana, un relato corto, cada siete días, harías con toda seguridad cincuenta y dos cuentos malos, seguramente muy malos, como lo dijeran los ibéricos, llenos de “guilipolleses”, pero les repito, no todo es malo, porque al menos alguno de ellos, de acuerdo a la estadística de uno de los más brillantes, imaginativos, sub realista y futurista de los escritores norteamericanos, Ray Bradbury, que probablemente no recuerden, pero si son lectores medianos, recordarán sus obras más icónicas como lo son “Farenheit 451 y Crónicas marcianas”. De allí saldrá ese cuento, ese relato que les cautivará cuando le dejen madurar en alguna parte de esa gaveta del músculo de la imaginación, cuando le dejen envejecer, crecer y realizarse solo en el cajón del olvido parcial, del cual lo sacarán para dejárnoslo ver.

           Hace algunos años, me contrató un periódico para que escribiera una columna semanal de unos dos mil quinientos caracteres y debo confesar que cobraba una miseria en comparación con otros cronistas, pero tenía una fortuna, ¿saben porque?, porque no acepté imposiciones en la temática, tenía carta blanca, para explayarme en mi imaginación y se lo agradeceré siempre al editor. Con el tiempo, la costumbre hizo un hueco en el cemento del cerebro de mis lectores y se recibieron buenas noticias, buena aceptación, había cierta comicidad y hasta burla en mis escritos que a algunos producía cierto miedo y a otros risas. El alcalde de la ciudad y los consejales me leían con la esperanza de que no hablara de ellos y si lo hacía que fuera para felicitarlos o hacer loas a alguna acción positiva, cosa que ocurría con cierta frecuencia, porque eran muy buenos en sus trabajos, pero aquel Vice Alcalde, acomodaticio recibió “EL KAMASUTRA POLITICO”  que hizo mella, a otro escribí con mucha sorna a favor del administrador de la ciudad que había sido destituido injustamente “EL MALVADO ADMINISTRADOR” que procuró una felicitación de parte de él y una llamada temerosa del Alcalde. Otro fue cuando se le entregó la llave de la ciudad a la Chilindrina del Chavo del ocho, ¿la recuerdan? Y por supuesto hice uno titulado “YO QUIERO MI LLAVE DE LA CIUDAD”

            Al poco tiempo, me permitieron escribir página completa y pasé a ser el escritor que más dinero ganaba en este pueblo.

            La moraleja es que se debe escribir por diversión y todo saldrá mejor, porque como lo dijera Borges: “quien escribe para comer, ni come ni escribe”

            A los noveles escritores, escriban sin pausa, diviértanse con sus desaciertos, que siempre hay público para todos y cuando su mente se quede en blanco, háganle caso, que es su subconsciente que les grita que eso no sirve.


Bernardo Jurado es escritor.
Su mas reciente novela" Volando en el Ataud"
a la venta en Amazon

1 comment:

  1. Siempre he querido escribir sobre la migración de mis abuelos y padres, quizás es un tema vulgar, más ser ingeniero no ayuda, pero buen consejo - hay que practicar lo que se quiere

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