UNA DÉSPOTA
ILUSTRADA
Ella
llegó a decir que una de las cosas que le pareció más rara después de tantos años
de maltrato y cautiverio, fue cuando se metió bajo la ducha.
El
libro, me llegó no sé por cuál vía, me regalan muchos libros y lo leí con atención,
aunque con respeto debo decir que no es una obra mayor, pero insisto, lo leí.
El
gobierno colombiano, le había dicho, advertido, sugerido, lisonjeado, para que
no fuera a aquellos territorios de la guerrilla, pero la déspota ilustrada hizo
caso omiso y pasó lo que se le informó que pasaría: la secuestraron y con ella
a la esperanza de su pobre familia.
Recordamos
aquella increíble, profesional, inimitable operación con helicópteros de la
cruz roja, que la rescató a ella junto con otros compañeros, bajo engaño a los
que inventaron la mentira y la maldad como lo son las FARC y el M-19, se le dio
a Ingrid Betancourt y a sus compañeros de infortunio un tratamiento
preferencial de ciudadanos de primera, porque en el gobierno de Álvaro Uribe,
no habían ciudadanos de segunda.
El
que escribe el libro es su ex esposo, a quien todos vimos en los medios
haciendo mucha bulla para no olvidarla, no obstante, también recordaremos el
despreciable y fingido beso, que se vio en las cámaras a su primer encuentro y
podemos también comprenderlo, bajo las sábanas pasan cosas que nadie sabe y a
nadie interesa.
La
guerrilla colombiana del momento es famosa por secuestrar, asesinar, traficar
drogas como el más grande cartel del mundo, traficar con los presos, cobrar
vacuna (coimas) a los ganaderos y a cualquiera que tenga dinero, asaltar
bancos, obligar a menores a estar en sus filas y me pregunto: ¿es que acaso no podríamos
suponer alguna violación sexual?, ¿alguna golpiza desproporcionada por no
cumplir con alguna pulsión de uno de los jefes?, claro que podemos suponerlo,
un daño inconmensurable a la psiquis y a la propia vida.
Yo
conozco a una encantadora, elegante, inteligente y culta colombiana, con la que
de paso tuve el honor de trabajar en la televisión. Originaria de Cali y alguna
vez entre tragos en casa, me contó como el M-19, tomó el palacio de justicia
donde su madre era juez y se la llevaron. Su padre, hombre trabajador y próspero
pagó una ingente cantidad de dinero como rescate, pero hasta el sol de hoy
nunca más apareció. En esa fiesta, del lado de los malos, participó el inefable
candidato Petro, que ahora va a segunda vuelta, en franca desventaja con
respecto a Duque, pero por favor a lo que vamos: Ingrid Betancourt, la déspota
ilustrada, la infeliz y acomodaticia, tal vez, la desequilibrada, está dando su
apoyo político a Petro, guerrillero y terrorista y no dejo de preguntarme: ¿Cuál
es la parte del maltrato que aun a Ingrid le subyuga, tal vez sea una suerte de
síndrome de Estocolmo, o las violaciones de su libertad y sus derechos le
parecen divertidos?
Que
Dios salve a la bella Colombia de estos pillos desalmados.
Bernardo Jurado, es escritor.
Su mas reciente novela: "Volando en el ataúd"
A la venta en Amazon y las mas
prestigiosas librerías de Miami.
Excelente.
ReplyDelete¿Cuál será a causa real de tan abierta abyección?
Saludos amigo, mas que evicente el Sindrome de Estocolmo, no fue sino la bicoca de 6 años de secuestro...y no en una ciudad precisamente, en un territorio inohospito(supongo) donde operan esos grupos entonces??? dos refranes venezolanos....mapurite sabe a quien p.... o perro sabe a quien ladra......
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