CREER PARA
VER
Hablaba
con ella por teléfono, tratando de escudriñar los ángulos que pudiesen conseguir
respuestas a esas cosas de la vida y por supuesto cité a algunos amigos, todos
curas y la pregunta no se dejó esperar: ¿Cómo haces para tener amigos curas? ¿Realmente
son agradables para hablar de cosas mundanas y temas normales como este?
Cada
quien se identifica con cada cual y esto lo digo no porque en lo personal tenga
algo de cura, simplemente con la cara que tengo no creo que calificaría para
tan santo empeño, pero es que no hay cura que no sea culto y de paso que tenga
algo que considero siempre me faltará, que es una formación espiritual y
emocional.
A
todos ellos les digo que los curas son longevos, viven hasta que se apagan en
la frontera sur de los cien años y he conseguido dos razones: la primera no está
comprobada y es porque no tienen mujer y la segunda que si lo está, es porque
viven una vida de ayuda a los demás.
Ante
esta situación he escrito mucho sobre la curia y sus miembros, como es el caso
del Padre Gabrielle Amorth, el exorcista del Vaticano, a quien le dediqué el
segundo capítulo de mi libro DIVINOS, LUEGO HUMANOS y quien llegó a asegurar
hasta su muerte ya anciano en el 2016, que el diablo es audaz, es mentiroso,
tramposo, astuto y me acordé de Hugo Chávez, de Hitler, Mussolini, Stalin y
Fidel y también dijo que está en comprobada capacidad de hacer posesos grupos humanos
completos; aulas llenas de alumnos, países, continentes.
Con
infinita valentía la iglesia ha actuado en Venezuela como se espera de ella,
aunque debemos entender que a veces no la comprendemos porque manejan muy bien
los infinitos tiempos donde son excepcionalmente buenos y me ha llegado por mi
Whatsapp un mensaje de su eminencia Arzobispo Ovidio Pérez que reza lo
siguiente y que coincide perfectamente con lo que expongo: “Cambiar este régimen
es obligación religiosa y moral, ya que es no solo malo sino maligno. Su
objetivo es inhumano (empobrecer para esclavizar); su metodología cruel
(oprimir). Por ello: unión más unión para cambiar. Dios nos bendice”
Como
siempre escribo, no tienen por qué creer, pero solo observen las calles venezolanas,
un país católico de toda la vida, lleno de brujos, prestidigitadores y otras
denominaciones oscuras.
Solamente
veremos un cambio después de creer, y esto es aplicable a la vida personal de
cada quien. Por los momentos no tengo ninguna duda de la intervención del
maligno en los destinos de cada país que aborda el comunismo y más aún, el
oscurantismo como modus vivendi.
Crean
y lo podrán ver, esa es la fórmula usada por el enemigo pero en sentido
contrario.
Felicitaciones
a esos santos hombres, valientes, siempre con el pueblo, en las buenas y en las
muy malas como es ahora.
Repito
que no tienen por qué creer, pero solo hagan una muy pequeña investigación en
el internet, para corroborar la inmensa obra social de la iglesia en esta época
de hambre, miseria y maldad.
Lo que mas le entusiasma al maligno es el ecepticismo y la indiferencia porque lo hace mas fuerte!
ReplyDeleteJesus siempre lo vencio y nunca lo ignoro!
Check Six!