EL PRINCIPIO DE CORRESPONDENCIA

 

EL PRINCIPIO DE CORRESPONDENCIA

De la serie cuatro palabras

            Te pasa a cada momento, lo tienes encima, en cada cosa que haces, con cada persona con la cual te reúnes, además, te pasa en el tráfico, en un parque, en la iglesia, en el salón de clases y en tu trabajo.

            Contéstame algo cuya respuesta yo sé, pero debemos aclararlo entre ambos, antes de continuar: ¿te has dado cuanta que te reúnes con las personas que se te parecen, que tienen afinidad en algún aspecto, personas con la que tienes cosas, gustos en común?, claro que sí.

            El misterioso, interesante y mandatorio principio de correspondencia, pertenece a los Principios Herméticos y también a la física cuántica, pero no te asustes, que es más sencillo de lo que te imaginas y allí vamos, dejame tomar la primera definición: ‘’ Este principio se refiere a la similitud o sintonía entre los diversos planos vibratorios del universo. Las mismas leyes de lo denso actúan en lo sutil, y viceversa. El principio de Correspondencia actúa haciendo que lo similar se agrupe con lo similar por una sintonización de la frecuencia vibratoria y explica la constante relación entre los acontecimientos internos y externos. Hay una influencia recíproca entre el ser humano y la naturaleza, y entre nuestro mundo interno y nuestra realidad material. De esta manera, operando en nuestra realidad externa influenciaremos nuestro mundo interno y viceversa’’

            Por otro lado, aquí te va el otro concepto, el de la física cuántica, que a mi juicio no esta divorciado del primero, es simplemente otro ángulo: ‘’ El principio de correspondencia fue primeramente postulado por Niels Bohr en 1923. Las leyes de la mecánica cuántica son altamente exitosas en describir objetos microscópicos tales como átomos y partículas elementales.

Las condiciones por las cuales la física cuántica y la física clásica concuerdan es lo que se denomina el principio de correspondencia, o el límite clásico. La prescripción que Bohr suministró para el límite clásico fue áspera: ocurre cuando los números cuánticos que describen el sistema son grandes, lo que quiere decir que algunos números cuánticos están excitados a valores muy altos o que el sistema es descrito por un conjunto grande de números cuánticos, o ambas cosas’’

Por favor, detengámonos, simplifiquemos. Las partículas, cualquiera que estas sean, se agrupan con sus símiles y en la vida, en la sociedad, en los grupos humanos que es lo que nos ocupa en este escrito, pasa algo similar hasta el momento en que entendemos como seres pensantes que algunos son, si ese grupo nos conviene o estamos reunidos con uno al que no deseamos pertenecer. Allí está la jugada, tienes la libre decisión de estar con las personas correctas, aunque hay pendejos simpáticos y amables, pero recuerda, que eres el promedio de las cinco personas con las que pasas más tiempo y una más: si acaso tu vida no te gusta, pues cámbiala, busca las herramientas en los libros, en las personas que admiras y en los viajes que hagas.

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