Vargas Llosa y Pantaleón
Creo que solo me falta por leer el mas reciente libro que publicó, me divierto con su estilo de impecable y fino humor, bien documentado, descrito quirúrgicamente y narrado con maestría. Pantaleón el de las visitadoras, fue mi amigo y la Tía Julia junto al escribidor, no puedo negar que me inspiraron en la mocedad, le admiré profundamente, desde la disciplina que imponen las letras. Ahora mismo llego de uno de mis restaurantes preferidos llamado “ Il Forno”, donde atendí una encantadora invitación, llena de tertulia sana, agradable, comida de primera y vino italiano de óptima calidad, pero insist la disciplina se impone y me vine a mi casa y allí los dejé y todos murmuraron porque no son escritores y no cabe en la cabeza dejar el grato momento para venir a escribir y por ello debe ser que no entiendo muy bien lo que pasó, por ello no me cuadra algo en la conducta de mi admirado escritor, por ello se cae a pedazos el premio Nobel y al leer a Irwin Wallace, precisamente en su obra “ El premio Nobel”, no puedo menos que avalar algunas de las cosas escritas en la obra, en referencia a los parámetros de escogencia de los candidatos y a las inclinaciones siniestras, mas no diestras, de sus gustos políticos.
Con el respeto a su prolífica obra literaria, me permito no entender como cree el, que un Comandante, golpista, ignaro como lo es Humala, de probada relación con Chavez, de características similares y por ende de destinos comunes, pueda salvar la democracia en el Perú?. La verdad es que me parece mentira que yo esté escribiendo esto, pero mas falso me parece, verlo defender al estúpido, con una ferocidad titánica, muy fuera de lugar. Creo que con su silencio hubiese sido mas que doloroso para sus seguidores entre los que me encuentro, pero al ver su pronunciamiento, se me asoman tres escenarios: el primero es que tal vez no sea tan inteligente como pensamos, el segundo(poco mas cándido), que aún se encuentra resentido por la pérdida de las elecciones cuando fué candidato, ante Alberto Fujimori y el tercero que posee una agenda personal oculta, que nada tiene que ver con su país sino tal vez con las visitadoras del Teniente Pantaleón, que venden su cuerpo en la selva peruana para satisfacer a la soldadezca en servicio activo.
Te he leído Mario, te he leído mucho y esa es la mejor manera de conocer a alguién, porque los que escribimos tratamos de hacerlo con innovadoras ideas que plasman lo mejor de nosotros, pero en este capítulo redactado a favor del golpista y manchado por la sangre de aquellos cuatro policías asesinados, en este capítulo donde su hermano continúa preso, también por golpista en contra de la democracia del Perú, no cabe entender que tu inocencia llegue a estos extremos.
Creo que Anibal Nazoa diría que basta con llamarse Ollanta y ya puedes considerarte bien jodido.
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