EL VIEJO HABITO DE MENTIR.

En esta época que nos toca vivir, estamos permanentemente pendientes de cultivar nuestro cuerpo y hacemos para lograr este fin, horas de sudor y sacrificio. Igualmente y sin mucho éxito, hacemos lo propio para enriquecer y llenar nuestros cerebros de información, de códigos, de conocimientos ajenos, que nos hagan parecer cultos y preparados, pero pocos piensan en el cultivo de la psiquis, de los equilibrios, de la inteligencia emocional.
Resulta, que en realidad poseemos varias inteligencias y digo esto porque el concepto mas redondo que he conseguido, se refiere a una persona que ¨tiene la capacidad de resolver distintos problemas de diferente índole¨, por ello algunos autores hablan sobre la inteligencia emocional, inteligencia financiera, inteligencia social, en fin, no importa, porque siempre seremos delatados por algo que no podemos dominar, como es el caso de los microgestos cuando mentimos y créanme que lo hacemos con una frecuencia increíble, toda vez que se ha determinado que un humano citadino dice al menos tres mentiras cada diez minutos.
Existe una persona que ha dedicado décadas al estudio de los microgestos y la mentira en la conducta, se llama Paul Eckman, psicólogo de sesenta y ocho años de edad y es asesor del FBI y sus aciertos han sido tan certeros, que ha comprobado (entre otras cosas), que una persona entrenada puede pasar el polígrafo, mas no puede pasarlo a el mismo y su labor es sentarse frente a los mas temidos asesinos, violadores, terroristas y escucharlos mentir, logrando de esta manera la certidumbre de la culpabilidad. Evidentemente esto no puede aprenderse de la noche a la mañana, porque sería lógico preguntarse ¿ Y si el delincuente es africano, sus microgestos serían iguales a un latino? Y la respuesta es un contundente si, porque existe una relación indisoluble entre las emociones y la respuesta facial y el ha identificado mas de tres mil gestos faciales comunes entre todas las culturas de la humanidad, pasó cinco años estudiando en África y recorrió países como Papúa, Chile, Nueva Guinea y Argentina, comprobando científicamente la universalidad de la gestualidad facial.
Fue tildado, por antropólogos reputados, de loco, pero el no descansó hasta comprobar su teoría y entre otras cosas consiguió un tratado al respecto, hecho por el propio Charles Darwin, determinando que todo humano hace y desarrolla seis tipos de expresiones de acuerdo a las siguientes emociones: neutralidad, enojo, disgusto, determinación, alegría y tristeza, las cuales mueven cuarenta y tres músculos faciales de manera involuntaria, pudiéndose esbozar tres mil microexpresiones.
La verdad es que me cautiva este ejercicio mental, me cautiva también el poder descubrir la brillantez y tozudez de personas como Eckman, que quitan el velo con cientificidad, de uno de los hábitos mas antiguos de la humanidad, el mentir.
El manejo o el mal manejo emocional es inherente a lo humano y paradójicamente los hombres somos los que mas mentimos y no precisamente a nuestras mujeres, sino a otros hombres en una proporción de 66%. De manera amigo lector, que, siendo este artículo, totalmente cierto y documentado, le recomiendo que no me crea y logre Ud. hurgar, en los intersticios del conocimiento, para cultivar y entender su propia psiquis.