EL LUJO DE LA POBREZA

 

EL LUJO DE LA POBREZA

            Si deseamos saber realmente el índice de pobreza de alguien que no tiene porque tener mayores bienes materiales por su trabajo humilde, podemos sacarlo por el tamaño de su televisor, por sus electrodomésticos o por su muy caro teléfono móvil. Por supuesto, esto no es taxativo, yo tengo amigos con mucho dinero que poseen las tres anteriores y más, pero espero estarme explicando cuando invito a entender cuando se está aparentando y cuando no.

            Hace unos cuatro años, decidí como experimento, prescindir de mi televisor. Pasé seis meses sin ver televisión y en esta época parece una locura, pero me siento muy orgulloso de haber dedicado mi tiempo a gratas conversaciones, a la lectura o a buscar en mi computadora solo programas de desarrollo personal y finanzas. Debo informarles que las ideas explotaban en mi mente, era una factoría de ideas que exponenciaron a Jurado Grupo Editorial, porque simplemente no tenía distracciones o tenía muy pocas.

            El lujo de los pobres es la distracción, pueden pasar todo un día acostado pasando de películas a películas en Netflix, pueden pasar hasta una hora pasando canales en sus mas de ciento ochenta que pueden tener aquí en los Estados Unidos, sin ver nada, con la mente en blanco, en neutro, sin pensar o peor aún, dejando que la mente se vaya al garete, a donde mande el canal que no escogieron. Es un poco rudo esto, pero realmente lo rudo es ser pobre. Busco justificaciones, busco alguna opinión que ayude a justificar la pobreza y nada la justifica, pero déjenme decirles algo personal: yo lo he hecho, he pasado un par de horas viendo la televisión, alguna película amable, interesante, de manera que no soy infalible, eso es sabroso, pero alto, deténgase, porque pasar la vida buscando motivos que nos distraigan de pensar para tomar más y mejores decisiones no es lógico y mas pronto que tarde le traerá anclajes a la pobreza, pero a lo que vamos que ya sé que están pensando ¿y que quiere este, si yo vivo en Venezuela?

            Como es de esperar no creo que su tienda de corbatas italianas pueda ser muy próspera en el desierto, en el saharaui o en Kenia, como tampoco podrá tener mucho su heladería en la Patagonia, de manera que se requiere adaptación, aprendizaje, estudio permanente, pensamiento tenaz y luego decisión.

            El conocimiento no es poder, es solo una quimera, porque ¿Cuántos profesionales conocen ustedes que dan clases de economía y son pobres?, el conocimiento es poder en acción, es un sabroso riesgo calculado, es un grato accionar con la menor incertidumbre y para eso estudiamos, pero es en la acción basada en el estudio donde está el meollo. Fallarás y deberás acostumbrarte y deberás comenzar otra vez, pero desde el conocimiento del error, de manera que ya llevas una ventaja.

            Observa cuanto dedicas de tu día a ver las redes sociales y entenderás que malgastas el tiempo y además vas directo a la pobreza.

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