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Saturday, December 14, 2019

PROTEÍNA MENTAL


PROTEÍNA MENTAL

            Es que realmente lo tengo todo, ¿pero sabes qué?, ¡yo no sé porque no soy feliz!

            Me lo dijo a mí, en mi cara, a quema ropa, delante de todos y tuve que tomar una acción. Estela es una vecina elegante y anoche estábamos en la glamorosa cena que todos los años hace el condominio, para cerrar el año o tal vez para justificar de alguna forma la fortuna que le pagamos (y esa es una sentencia que debo reconocer que tiene visos satánicos, chismosos y mal intencionados), pero la cena, encantadora por decir lo menos, la comida era del famoso restaurant Shorty’s, en la piscina, con luces por doquier, un DJ que nos deleitaba con Frank Sinatra y canciones navideñas y ella, Estela, me lo dijo delante de su marido, el amable Jorge.

            Hoy sábado me he levantado en la madrugada, como siempre. Abrí el libro que me llegó por correo ayer y me he desayunado unas sesenta páginas antes de salir a correr y ver el amanecer con mi rosario en la mano, llené mi psiquis de puras cosas buenas, porque les tengo noticias: hoy me van a pasar cosas extraordinarias, fabulosas, formidables y ¿saben porque? Porque después de llenar mi mente de esa manera, como van a pasar cosas que no me plazcan. Se los explico mejor: en su mente solo cabe una sola: o caben cosas malas, noticias, terror, miedo, inseguridad o caben cosas buenas, como fe, esperanza, ideas, negocios, dinero, éxito, fortuna, planes, risas, buen humor, asombro ante el amanecer que he visto, agradecimiento por las cosas más sencillas y las más difíciles que he logrado también, otra vez agradecimiento porque a mi edad puedo hacer ejercicios como un muchacho, otra vez agradecimiento porque tengo salud, porque vivo donde he escogido, porque tengo afectos, porque soy escritor y podría seguir llenando páginas completas y Estela me dice que lo tiene todo pero ¿no es feliz?

            Para deprimirse debe hacer un trabajo, debe poner sus hombros hacia adelante, además debe sentir lástima de cualquier pequeña cosa que su ego le diga que no salió como él (el ego) quería, debe hacérselo saber a una persona diferente a mí y si es en público, ¡mejor!, así la lástima será generalizada y todos dirán pobrecito/a en coro y se lamentarán de su tragedia.

            ¡Fíjense que difícil es ese hábito de estar deprimido!

            Podemos entender que habrá casos de corte médico, pero en mi experiencia, la mayoría no es así.

            Por otro lado, les invito a ver qué tan fácil es estar motivado: solo agradezca, si, comience por lo más sencillo y que usted cree que merece: gracias porque camino, gracias porque pienso, gracias porque veo, gracias por este desayuno, gracias porque le di un beso a mi esposa al levantarme cuando ella aun dormía y luego pase a cosas que ha ganado: gracias porque me gradué en mi profesión, gracias porque tengo un bello vehículo, gracias porque tengo el dinero para pagarlo, gracias porque tengo inteligencia y por ella me pagan.

            Si, llene su psiquis solo con proteína mental y no con carbohidratos depresivos o grasas saturadas de dolor y merma.

Bernardo Jurado es el autor de ocho libros, todos publicados en Amazon y las mas prestigiosas librerías de Miami y el mundo.

           

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