¿Y ENTONCES…FOLLAMOS?

¿Y ENTONCES…FOLLAMOS?

            Había una gran recepción en la casona para jóvenes emprendedores, todos contentos con la invención de la mente brillante y por ende luminosa de esos veinticinco talentos escogidos por el jurado calificador de la fundación Antonio Gala en materia de escritura, teatro, escultura, pintura, en fin, arte en todos sus modos, pensamiento fresco y creativo, jolgorio, exultancia, como agua del atanor, corrían por los pasillos y salones y Gala, un poco cansado ya, decide ir a su habitación.

            Antonio Gala de ya ochenta y nueve largos años y una vida llena de la “Pasión turca”, de “Los papeles de agua”, de “Los verdes campos del edén” de mucho teatro, televisión, poesía, soltería, soledad solo mitigada por sus perrillos como el los suele llamar, es una referencia de la literatura hispánica, de buen verbo, histriónico y de un humor sin igual.

            Al entrar a su habitación, consigue a tres damas que asegura contemporáneas con él, ¡que no es poca cosa!; y al verlas se quedó pasmado, por cuanto estaban dentro de su intimidad. Ellas también se quedaron en una pieza, tal vez por admirarle, tal vez por haber sido sorprendidas, tal vez por pena o por sinvergüenzas.

            Antonio las miró, bastón en mano; y ellas a él por pocos segundos, hasta que el escritor, poeta y dramaturgo les pregunto: ¿y ahora que….follamos?

            Fueron las furtivas y venerables damas las sorprendidas por la inteligencia y el buen humor de mi admirado Antonio. Una se tiró en la cama a desternillarse de risa y las otras dos quedaron en una pieza, no obstante que en mi sempiterna búsqueda del significado castellano, en esta incesante profesión de las letras, siempre ando con un diccionario a mano y resulta que es solo en su mente cochambrosa, ladina, torcida, que la palabra follar le significa “fornicar”, porque ella, la palabra, traduce “soplar con el fuelle” y la otra: “soltar una ventosidad sin ruido”

            El Presidente Juan Guaidó a quien vemos con igual admiración, siempre con un discurso inclusivo, siempre sonriente, siempre seguro y de buen humor, siempre con un plan, siempre con inspiración que les recuerdo que significa del latín al español: “llevar un Dios por dentro”, si, del latín “Inspiratio”; siempre trayendo esperanza que si bien es lo último que se pierde, desde mi punto de vista debe ser lo primero que encontremos.

            El Presidente Guaidó, en repetidas y no solapadas oportunidades le ha preguntado el régimen usurpador: ¿y entonces….follamos? y lo ha hecho en todas sus acepciones castellanas: los voy a coger, les estoy soplando con el fuelle o les he tirado un “pedo” silencioso, que si bien no escucharon, pues, bien lo huelen y algunos por nervios se han tirado a la cama a reír con sorna, pero los más se han quedado impávidos, en una pieza, como las venerables ancianas que intentaban seducir y penetrar la intimidad del escritor Antonio Gala.