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Monday, March 4, 2019

EL ESLABÓN ROTO


EL ESLABÓN ROTO

            El bocón de Diosdado Cabello, amenazó, ordenó también al normalmente intoxicado gobernador de Vargas, el General García Carneiro la detención a toda costa. Infiero que los jefes de la inteligencia se encontraban crispados, confundidos y por supuesto faltos de inteligencia, como nos han demostrado. Ya no podrán detenerlo, así se los ordene el propio Nicolás Maduro, porque continúan arrestados aquellos que cumplieron la orden y el desleal jefe los acusó, de manera que allí está roto el segundo eslabón de esta cadena.

            Seguramente acariciaron la posibilidad de acudir al Ejército y no hizo falta hurgar mucho para entender que nadie hace caso al negro Chourio, actual comandante general, pero es que esa sombra de ser el perro faldero y con frecuencia cabrón de las cuitas sexuales de Chávez, pues, pesa mucho, ¿no creen?

            Acudamos entonces a la Armada, si, a la Infantería de Marina que siempre han estado con la revolución y tampoco se necesitó una excavadora para entender que a flor de tierra yace la insubordinación; y se preguntaron: ¿y la Fuerza Aérea? Y no se escuchó respuesta porque era evidente.

            El Presidente Juan Guaidó, no solo anunció que vendría, sino que lo hizo y el amenazante Diosdado tuvo que envainar el sable sin sangre y tragarse sus palabras y su estilo gansteril y allí les va el cuarto eslabón y ya podrán buscar entre líneas los anteriores que faltan.

            Fue recibido por funcionarios gubernamentales, se le pasó revista al pasaporte y se refirieron a él como “Presidente”; la Guardia Nacional estuvo allí, la policía también y la multitud aplastante de las dudas le acompaño. Los colectivos guardaron el silencio de los cobardes y hasta se montó al techo de la camioneta que le llevaba para saludar y no hubo franco tiradores.

            Como bien lo escribió el admirado escritor Arraiz Lucca, estamos frente al inédito efecto Guaidó, pero no es el solo, lo somos todos, porque como lo he escrito ahora sabemos lo que no queremos, ahora entendemos de nuestros errores, nuestras falencias, nuestra vocación de rapiña, que quedará eliminada porque el dolor ha sido inconmensurable, al asalto grotesco y la vulgaridad extrema. Ahora el venezolano ha cambiado por la vía rápida, la cual es el hambre y la necesidad, pero con conciencia de re-educar a esas generaciones que ninguna otra cosa conocen que no sea la violencia, la viveza, la vacuedad, la vagancia y el dinero mal habido, ahora ya sabemos, ya intuimos, ya sospechamos cual es el rumbo a seguir, porque los otros, los saqueadores ya hartos de la satrapía no encuentran adeptos y cómplices, se les acabaron, porque la mierda huele a eso así sea en el Palacio de Versalles o en Miraflores.

            Mis queridos lectores, el día de hoy se ha comprobado que esta cadena de dolores y hambre, tiene un eslabón roto.


Bernardo Jurado es el autor de:
 
"La fragancia de la rebelión"
 
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3 comments:

  1. Excellente hermano , lo veia en la camioneta montado en el techo y en la tarima y pensaba : Dios y si hay por alli un franco tirador? Mucha gallardia y valentia, muchas banderas y gritos de bienvenida

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  2. Cuanto trabajo nos queda por hacer para reconducir la Armada, lo moral, lo profesional y lo espiritual. Que daño nos han hecho coste, evaluación de daños esta por un 60%...

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  3. Con esta frase recomendamos asumir riesgos cuando sea necesario, esperando que estos riesgos sean recompensados, como a veces les ocurre a los emprendedores, y no ser timoratos. Este dicho es de origen culto, pues viene del verso de Virgilio Audentes fortuna iuvat: La fortuna ayuda a los audaces.

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