LA OTRA
VIDA
¿Es
verdad lo de la relación sexual de Frida Kahlo con Trotsky? Si, lo que
escribiste en “El hombre que amaba los perros”
Absolutamente,
está totalmente documentado en sus cartas.
¿Y
Diego Rivera lo sabía?
Por
supuesto que sí.
¿Y
lo del muerto en la Finca El vigía de Hemingway?, eso no, forma parte de la ficción
de la novela.
¿Desde
tu casa se ve el mar?
Si
claro, en Mantilla
El
escritor: ¿Y cómo sabes tanto de estos detalles?, porque te leo con fruición,
te sigo y me encantaría poder inventar tantas cosas como tú lo haces.
Llegué
al estudio de Ismael Cala y estaba allí, sentado junto a su esposa, nos
saludamos como si fuéramos viejos amigos y en realidad es la segunda vez que
coincidimos, me senté a su lado en el sofá y tenía la obligación de averiguar
si es que acaso soy yo el único extraño en este mundo de fantasía o me acompaña
Leonardo Padura en esta cruzada de vivir “la otra vida”.
Vive
en Mantilla, “siempre en Mantilla”, como suele poner en el frontispicio de sus
libros y yo le entiendo porque el sitio de escribir siempre es prelatorio a la invención.
¿Y
cómo es tu rutina diaria?
El
escritor: me levanto muy temprano y le contesté: yo también
Chequeo
y contesto los correos importantes, más o menos en media hora y le dije: yo también.
Luego
me siento a escribir más o menos hasta la una de la tarde, sin recesos y: ¡yo también!
Porque después de esa hora me he dado cuenta que la producción merma, no es lo
mismo, el cansancio intelectual hace mella y le contesté: te comprendo
perfectamente y cuéntame algo: ¿tomas siesta?, si por supuesto, después del
almuerzo (y yo también), luego atiendo las entrevistas, unas doscientas
cincuenta de ellas al ano, estudiantes, periodistas, escritores y al final de
la tarde me tomo un par de horas para leer e investigar.
¿Sabes
que tengo una editorial?
Yo
también escribo con disciplina, no hay otra manera, por aquello de que cuando
venga la musa que te encuentre trabajando y reímos, él sabía muy bien de lo que
yo hablaba.
Un
escritor, indefectiblemente posee otra vida, una solapada que ni siquiera puede
conocer su más cercano familiar, es esa pulsión que como tal incontrolada, que
le obliga a poner en blanco y negro esa idea, a darle forma, a divertirse
trabajando, es ¡algo extraño!
Leonardo
Padura ganará el Nobel y no tienen por qué creerme o al menos si estuviera bajo
mi decisión yo le otorgaría el mayor premio de la literatura mundial, por su
disciplina, su manera eximia de adjetivar, por su capacidad de investigar y
luego de poner en el correcto contexto de la historia a la ficción, es algo
excepcional y fue un placer conseguirme a alguien al que le pasa lo mismo que a
mí, a esa persona que vive otra vida, una vida informe con la que pone a vivir
a Mario Conde, su insigne personaje de tantas letras.
No comments:
Post a Comment