EL TRABAJO DE CUMPLIR ANOS.

EL TRABAJO DE CUMPLIR ANOS.

            Bien hecho, me lo merezco, a demasiada gente he embromado y fastidiado en la vida, amanece el día de tu cumpleaños y antes de cepillarte los dientes recibes la primera llamada: ¿estas durmiendo?, ¡feliz cumpleaños!

            La noche anterior fue viernes, hubo algunos tragos, como se espera de un hombre serio.

            Mis nanas me llamaron para agradecerme el haberme criado, cuando soy yo el agradecido, me pasaron a Mamá quien me dijo que un día como hoy fue el más feliz de su vida y tan solo me pregunté: ¿y cuando nacieron mis hermanos? ¡Definitivamente soy su hijo problema! Mientras hablaba con ellas entraban llamadas con unos códigos extraños de otros países que no podía atender, pero me estresaba no poder hacerlo. Lo único que quería era hacer una parrillada en la piscina, tranquilo, el que me llamara que viniera, pero ahora entiendo que hubiese necesitado un par de vacas y contratar a la Bacardi, para darle carne y licor a tanta gente.

            En paralelo podía advertir una suerte de conspiración extraña, secreta, oculta. Mi tía Beatriz me felicitó distante y observé que mi prima Ana no me llamó, mi hermano llegó a su casa la noche anterior y tampoco me telefoneó, mientras mi esposa estaba dedicada a poner mensajes de texto ¿Qué pasa?

            Recordé que tengo un FACEBOOK y entré en pavor, no puedo enfrentarme al hecho de ser tan poco consecuente, si votaran por mí, sacaría más votos que Ramos Allup y seguían entrando las llamadas, no me había bañado, tenía que salir, ¿cómo hago para no pasar por antipático y distante?  ¿Cómo hago para devolver las gentilezas de mis amigos?

            Llegó el momento de tomar la decisión y entender que es mi día de cumpleaños y que no podría atenderles a todos y ya me disculparán, ya me disculparé, ¡esto es un trabajo! ¡Lo único que quiero es estar en la piscina, echado en la silla de extensión con el libro de José Marías, “los enamoramientos”, pero no, para poder hacerlo, tenía que ir a buscar a mi hermano quien llego de Venezuela, más lejos de lo que cualquier humano desea manejar el día de su cumpleaños y devolverme.

            Debo confesar que iba de mal humor, llegamos a casa de Tía Beatriz y allí estaban los conspiradores, los golpistas, la secta que modificó el que yo quería que fuera una aburrida y placida manera de celebrar otra vuelta a la tierra y lo convirtieron en la fiesta llena de amor, comidas ricas, una torta divina hecha en casa, un cartelón que decía HAPPY BIRTYHDAY y por eso agradezco a Dios, mis primos llamaban por facetime, creo que para corroborar lo viejo que estoy y sigo dando gracias a Dios por ese trabajo de cumplir anos. Gracias a todos y todas, camaradas y camarados, del oficialismo y la oposición, colegas y colegos, en fin, podríamos decir una frase hecha por otro “me hicieron el día” gracias por tanto cariño y gentilezas, pero a mi tía le informo que no se me olvidará la malévola conspiración llevada a cabo para amarme.