PUESTO EN
LOS NÚMEROS
A
finales de los ochentas, la adrenalina fluía y fueron tantas pero tantas veces
que viví lo que paso a relatar que no puedo menos que ser agradecido.
El
grueso de la flota de la Armada operativa y profesional estaba allí, fondeada
en la Isla de la Orchila. La Infantería de Marina igualmente, la Aviación Naval
en pleno y el grupo 11 nos escupían en cada pasada de sus aviones supersónicos comandados
por Lon Blanco.
En
la mar, en plena corrida de tiro, podíamos ver las explosiones de nuestros inmensos
proyectiles de 127 milímetros sobre los
blancos en tierra, los aviones de combate batían y ablandaban la oposición y
pensé que de alguna forma así sería el desembarco de Normandía multiplicado al
menos por diez a la treinta, veces.
La
reunión de crítica de la operación se llevaría en las instalaciones de la Isla.
Como siempre me ha ocurrido, me gustaba rodearme de los pilotos, son
simpáticos, arrogantes a más no poder, porque se saben los mejores. Creo que si
les amarran las manos no podrían hablar para contarse las maniobras que en sus
aviones realizan cual proezas de habilidad. De repente llegó él, con su braga
de vuelo. Era mulato y más arrogante aun. Cuando entró a la cámara de oficiales
todos guardaron silencio, pero sonrieron. ¡Algo extraño estaba pasando!
Pregunto:
¿vieron cómo lo puse sobre los números? Y con una gran sonrisa dijo sin
empaches: “soy una mano” y les confieso que no sabía a qué se refería.
Le
pregunté a un amigo: ¿Quién es ese?
Me
contestó: ¿no lo sabes? Es el Capitán Eddy Barrios, piloto veterano y uno de
los fundadores de la Aviación Naval, piloto de Tracker, de Aviocar y ahora de
S-43. Él se trajo esos aviones de Europa creo que por Groenlandia.
Todos
le rodearon, acudían a él como quien lo hace con un gurú.
Caída
la noche. La faena había terminado y acudí por un trago al bar y ¡oh sorpresa!,
micrófono en mano estaba Eddy, amenizando con suprema maestría y cantando con
una excelente voz de barítono, creo.
Las
mareas me llevaron a otras latitudes y me ordenaron atender a los oficiales del
Colegio Interamericano de Defensa, quienes vendrían de Washington a mi Base Naval
en Norfolk y me lo volví a conseguir. Siempre afable, siempre amigo, siempre
gente y caballero.
El
día de hoy está de cumpleaños y nos sigue sorprendiendo porque ahora es un Blogger
que nos ilustra con su profunda sabiduría de la vida. Fina pluma también le
adorna y para mí es un honor tener a un amigo tan dispar y hasta loco, como son
todos los genios.
Capitán
Barrios, querido amigo. Gracias por su amistad y por ser el maestro de tantos,
gracias por la jovialidad que le adorna e inspira a seguir poniendo nuestros
aviones navales sobre los números de la vida que nos permite seguir siendo
amigos por tantos años…Feliz cumpleaños Comandante.
Excelente comentario, gran conocido amigo..es de los que vivieron su profesiòn, como tu, a plenitiud y dedicaciòn exclusiva, pidele que te grabe "gotas de lluiva caen sobre mi cabeza" y te la mande en ambos idiomas, el materno y en inglès,lo disfrutaràs como lo he hecho tantas veces,,,,en vivo....
ReplyDeleteExcelente. Siempre es un ejemplo y sigue en la pelea.
ReplyDeletesencillamente un año màs, y que dios les siga bendiciendo, a ti y a Eddy..con sus respectivas compañeras y demàs familia....
ReplyDeleteAprovecho este escrito para copiar el comentario que hice en el FB de Eddy Barrios: "Esta mañana muy temprano leí un invocación tuya dando gracias a Dios por haberte acompañado hasta este tu cumpleaños #69. Espero que te siga acompañando por mucho tiempo más y haga que este tránsito hacia la categoría de SEPTUAGENARIO sea a partir de hoy muy feliz y productivo. Un abrazo mi "asistente". Larga vida.
ReplyDeleteMe siento honradisimo y agradecido hasta las lágrimas a mis colegas y amigos, y superior y maestro: Bernardo Jurado, Guillermo Lon Blanco y Antonio Perez Criollo, por sus gentiles comentarios, donde esbozan con trazos magistrales como generosos, propios de sus finas plumas, algunos rasgos de mi personalidad.
ReplyDeleteCon ellos pasa como con las cámaras fotográficas incorporadas a los celulares inteligentes o androides,los cuales sacan unas fotografías bellísimas donde nadie queda feo y ningún local luce mal, así sea un rancho. Es tanta la resolución y profundidad de campo de la amistad y de la bondad de estos ilustres profesionales, y el afecto generosamente prodigado,que la proyección de sus excelencias me hacen lucir mejor de lo que alguna vez pudiera haber sido, y me trasvasan parte de sus prestigios, los cuales me comprometen al expresarse de mí con tanta hidalguía y singular bonhomia.
Gracias mi superior y amigo VA Antonio Perez Criollo , mi profesor de Ingeniería en la ENV y luego mi primer jefe de máquinas, su contribución a mi formación profesional dio buenos resultados y los conocimientos impartidos me han sido muy útiles.
Para Bernardo y Guillermo, siendo menos antiguos, debo decirles que han tenido la virtud de estimularme con el reto de ser cada día mejor profesional naval por el mero hecho de satisfacer sus demandantes espectativas de excelentes comandantes que son.
Debo confesar que en uds. se verificó el adagio de que "el alumno superó al maestro"
Gracias a los tres por este regalo que me emociona y compromete a seguir dando lo mejor de mí para merecer vuestra amistad y vuestras gentiles opiniones.
Que adiós nos permita un reencuentro dónde de seguro disfrutaremos de tehivirvrecuerdos grstos de nuestro tránsito por lacmejor carrera del mundo.
Hoy 19 de agosto 2017 arribo a la base aeronaval avanzada de mis primeros 70 agostos, con mis bodegas llenas de agradecimiento al señor por sus bondades, por sus bendiciones y bienaventuranzas. Le doy gracias porque llenó mi personalidad de talentos, que no sé si pude multiplicar lo suficiente en esta singladura existencial. Por la salud y por la vida plena de vivencias múltiples y variadas. Por la nave en la cual me hizo ver la luz primera, luego de 9 meses de travesía, como fuera el vientre fecundo y bendito de Columba Manuela. Por un padre excepcional, Santander, y por mis 6 hermanos, mis amigos y, especialmente, por la hermosa mujer que me despierta cada mañana desde hace 42 años, con el bello resplandor de sus ojos y la sonrisa de sus auroras.
ReplyDeleteTe pido señor me sigas acompañando e iluminando, en especial en estas horas, en las cuales he decidido zarpar de la quieta rada de mis cuarteles de otoño, para atender el clarín de la patria, para refrendar mi juramento de servir y proteger. Permíteme no sólo ver la luz al final del túnel, sino el liderazgo y la auctoritas, el vigor y la firmeza para orientar a los míos hacia la salida. Terminar de ver crecer a mis nietos unos años más, como sea tu voluntad y no la mía, y aportar mi hombro a la indispensable reconstrucción de nuestra nación.
He sido bendecido por ti con - ya puedo decirlo- una vida longeva, llena de salud, con mis achaques y cocheras propias de mi genética y mis excesos. Pido por Venezuela, por mi familia y por mis hermanos nacidos en esta tierra de gracia, o que la adoptaron como suya.
Gracias por mis 70 años contigo, con tu amistad y tu providencia.
Después de lo escrito por Bernardo , poco queda por decir, felicidades mi Capitán de Navío, que Dios le depare a usted y a los suyos muchos más años de vida. Amen
ReplyDeleteEddy,
ReplyDeleteTodo un personaje, siempre guitarra en mano y presto a cantar al son del escocés...:)
Así te conocí amigo una noche en los años 70s cuando mi padre era el comandante del escuadrón aeronaval. Me acuerdo que te abrí la puerta de nuestra casa en Dianca y estabas acompañado de la estimada Señora Aurora, y me dije .. mira a este Teniente mulato con tremenda catira ...:) y así se lo comuniqué a mi padre quien me dio la orden de hacerlos pasar y servirles un Whisky, ah ya el Teniente venía guitarra en mano...:)
Fue una velada inolvidable, mi padre y mi madre con tan estimada pareja. Eso sí, yo rompe y rompe coco , porque el trago era escocés con agua de coco... y música de Barry White.
Feliz cumpleaños Eddy, un fuerte abrazo!