LA MEMORIA Y EL CUENTO

LA MEMORIA Y EL CUENTO

            Primero se agarra a un mentiroso que a un cojo, excepto si los escuchas de las mentiras desean escucharlas como verdades, repetirlas, regodearse, pensar en que están dentro de la lámpara del Aladino rufián que les indica que todo está bien con la endemia general de todo un país, enfermo de odio, de ineficiencia y contagiado con la cepa del resentimiento, en una suerte de cáncer en el recto, que les recuerda que algo anda mal, algo huele mal, algo arde donde no debería.

            Ayer pudimos observar a un desequilibrado y procaz Hugo Chávez, decirles a todos, que lo de la luz, la escasez, la ineficiencia y los cortes de la electricidad, no son lo que ellos piensan, que lo que piensan no es lo pensado y que la oscuridad no es tal. Que hemos producido mas leche que Holanda y que no falta comida, sino que todos están comiendo mucho. Nueve horas, de cuentos y cuentos, de éxitos y éxitos, y mientras el hablaba al menos siete personas eran asesinadas a sangre fría por el hampa y a sangre caliente por el gobierno que lo permite. Nueve horas de hacer memoria de sus cuentos, de la academia Militar, de sus cuarteladas, de sus cuitas y amistades con dignos guerrilleros que ahora son Generales en la Nicaragua de Sandino, que Edén Pastora, es poco menos que un intelectual de la Paz y que todo está al revés para el que no crea el cuento.

            Veinte mil muertos durante su ya kilométrica gestión, son el resultado de la lenidad y en nueve horas de perorata dedicó tan solo seis minutos a hablar de uno de sus ya incontables fracasos, lo que implica que dedicó tan solo 1,1 % de su tiempo de memoria y cuentos,  a los muertos, porque si pensamos como el para poder intentar entenderlo, muertos ya están, no votan y no podemos resucitarlos, es una lástima, pero no me pueden decir a mi que me endilgaran a todos esos cadáveres mientras yo planificaba mi cuento de nueve horas, para enamorarlos, para volverlos a meter dentro de la lámpara de Aladino, para decirles que el daño de la cuarta república fue tal, que aun mi eficiente equipo de Gobierno, con todo lo que trabajan, con todo el esfuerzo que hacen, con la honestidad y probidad que les caracteriza aunado a su preparación gerencial, revolucionaria y comprobado patriotismo, no han podido!!!

            Que gente tan estúpida, que gente tan de segunda la del parlamento, que sobrado el Diosdado parlanchín de la corrupción  que legislará para hacer su propia versión del muy famoso cuento de Alí Babá y sus noventa y ocho ladrones, (porque son noventa y ocho los diputados oficialistas y no se salva nadie).

            Tanto la lámpara de Aladino, como el cuento de Alí Babá, deberán pronto ser escrutados por el Álgebra de Baldor, para ver quienes serán los que paguen ante las leyes de esta República, el despilfarro de un País de cuentos y de poca memoria.