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Sunday, January 8, 2012

HORIZONTES ROJOS


HORIZONTES ROJOS
            Tuve por obligación que estudiar, documentarme, preguntar a oncólogos y médicos en general, a espías y truhanes sobre si se podía inocular un cáncer a un humano sano y las teorías fluían por doquier, todo esto a la sazón del comentario de Hugo Chávez, toda vez que hay al menos cinco Presidentes latinoamericanos, padecientes de esta ya endémica enfermedad. Hugo no lo sugirió, como quiso acomodar a posteriori, no, yo lo escuché diciendo que son los Estados Unidos, quienes han inoculado la enfermedad.
            Seguiré esperando con la paciencia de un escritor, a que tanto Evo como Daniel Ortega y Rafael Correa cumplan con la premonición de Hugo, porque son ellos los llamados a sucumbir bajo la maldad del Imperio que les teme y les toma como peligrosos contra sus intereses. Si a un comunista cualquiera, su amada esposa le fuera infiel, es culpa del Imperio, por ello no les creo y me dediqué a investigar.
            Se han hecho experimentos con ratas, inoculando aflatoxinas, que son micro toxinas producidas por cepas en hongos del maíz, arroz, maní que pueden causar cáncer de hígado. El helicobacter pillori, bacteria estomacal, el papiloma virus, cáncer de útero y recto, pero al ser inoculadas en los roedores no se pudo comprobar el crecimiento celular, al contrario, el cuerpo atacó ferozmente a las células cancerígenas eliminándolas.
            En un libro intitulado “Horizontes rojos” cuyo autor es el General Ion Pacepa de la KGB, se documentó perfectamente los procedimientos usados para inocular enfermedades, que se sepan desde el año 1957. Pacepa es el oficial de la inteligencia del bloque Soviético con mayor antigüedad que haya desertado nunca.
            Nicolai Khoklov fue envenenado en 1957 por ingesta en su comida usando polvo de Talio radioactivo llamado como nombre código entre los espías como “RADU”, al ser el primero del ejército de intoxicados, por inexperiencia en el trabajito, la administración del veneno fue débil y ciertamente perdió todo el cabello, mas nunca murió.
            En 1978 se ordenó administrar RADU al Director del programa Rumano de radio Europa libre, de nombre Noel Bernard, pero como ocurre con los comunistas, el verdugo desertó y nunca cumplió la orden.
            Alexander Litvinenko, quien al ser el autor del libro “El grupo criminal Lubyanka” y oficial desertor del servicio de seguridad Ruso, donde destruye lo poco que le queda de reputación al Presidente Vladimir Putin y le acusa sin empaches de asesino y ejecutor de muertes secretas a favor de la revolución, fue envenenado en un restaurant Japonés de nombre Itsu, en la calle Piccadilly del Londres que le brindó cobijo y le dió asilo político, con un RADU mejorado cuya base química estaba compuesta por Polonio 210 y le administraron en su sushi tan solo diez microgramos, que equivale para que Ud. tenga una idea, a doscientas veces mas que la dosis letal, murió sin cabello, debilitado, famélico a las tres semanas y a simple vista cualquiera podría inferir que fue por un violento cáncer, mas el diagnóstico fue “Síndrome de radiación aguda”.
            Hugo, tus asesores deberían pasearte por estos detalles, porque cada ladrón juzgará por su condición en estos Horizontes rojos y mi sana recomendación es hacer la correcta pregunta a Fidel Castro, quien si sabe de esta materia.

2 comments:

  1. EXCELENTE COMENTARIO SR. JURADO, LO FELICITO UN ABRAZO DE HERMANO

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  2. Si me permite una aclaración: El Lt. Gen. Ion Pacepa no perteneció al KGB (el servicio de inteligencia y espionaje ruso) sino al SIE (el servicio de espionaje tecnológico rumano). De hecho, fue la mayor autoridad en el dicho servicio durante muchos años....Un saludo!

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