UN ALMA QUE ARRASTRA UN CADÁVER.
Son
personas que mueren lentamente, a diario, con una suerte de lento y acabado
procedimiento. Son personas tristes, otras con tanto miedo que parecen
agresivos, porque toda persona agresiva tiene miedo, miedo a que lo descubran,
miedo a que se den cuenta de que es un humano sensible, además tiene un
terrible miedo al qué dirán los demás y or eso dejan de vivir, dejan de estar
relajados y arrastran un cadáver, su propio cadáver.
Recuerda
que nosotros, las personas pacíficas, vivimos en un mundo pacífico y los
violentos en uno violento, todo depende de ti, todo, incluyendo lo que hagas
con las cosas que no controlas, porque el mundo real esta allá afuera, pero de
ti depende arrastrar el cadáver de la frustración, resentimiento, dolor,
sufrimiento, rabia, cualquier emoción que te produzca cortisol que un minuto
durara en tu torrente al menos seis horas para depurar y volver a su estado
natural, pero eso no sucederá y ¿sabes por qué?
Cuando
algo no sale como tu ego quiere, empezando el día, si no pones de tu parte para
no caer en la tentación, una cadena de eventos oscuros e indeseables comienzan
a ocurrir ¿verdad que te ha pasado?, el día es un desastre, un caos, solo ves
caras amarradas, personas desagradables, todo se retrasa y obstruye y allí me
rio yo, porque la ley del espejo existe, creas en ella o no y con el tiempo si
no cambias algo, arrastrarás tu cadáver. La causa de muerte número uno en el
mundo es el estrés y tú decides, solo tú puedes hacerlo, aunque con frecuencia
le echarás la culpa a la economía, al gobierno, al país, a la democracia, al
clima, pero cuando entiendas que solo tú eres el responsable y lo digas, allí tu supra consciente lo entenderá y comenzará a presentarte los caminos hacia donde
deseas ir.
Hoy
fuimos a tomar el brunch con un matrimonio amigo en un restaurant en Wynwood donde
nos invitaron y por fuera no parecía lo que era. Yo me extrañé porque la verdad
es que el sitio no era muy lujoso al externo, excepción hecha de los vehículos que
llegaban: Lamborghini, Masseratti, BMW, Mercedes Benz y mis amigos llegaron en
su bella Land Rover, al pasar, todo era un pequeño paraíso, empezando por la
sencillez de las personas. Damas bellísimas, caballeros de buena presencia,
todos bien vestidos, sonrientes y el restaurant, una terraza al externo con un
bar excepcional, toldos rojos, camareros angloparlantes y la comida valía absolutamente
lo que costaba. Mimosas, Brunch que como recordarán es la mixtura entre el
breakfast y el lunch y eran las once de la mañana, donde todos parecíamos estar
de acuerdo para disfrutar con calidad, pero a lo que voy: en el mismo sitio, con
tu cadáver a cuesta, tu mala actitud, todo te hubiese parecido caro, tendrías calor,
tropezarías con la mesa de al lado ¿qué se yo que te pasaría?
El título
que adorna este escrito es de Epicteto, quien entre otras interesantes cosas se
preguntó: -¿Quién es el hombre más rico? A lo que se contestó, -el más rico es
el que está más contento.
Nosotros estamos muy contentos. Vivan y háganlo con intensidad, sonrían y todo saldrá bien.
Gracias Elena y Alberto.
www.juradogrupoeditorial.com
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