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Sunday, February 4, 2024

EL CRÍTICO INTERIOR

 

EL CRÍTICO INTERIOR

Dedicado al escritor José Emiro y a ti.

            Como respuesta a un post de la editorial, José Emiro contestó con un frío y triste ‘’hola’’ y lo llamé inmediatamente, entendí que era un llamado de auxilio, porque sé bien en cual negocio estoy.

            La conversación fue desalentadora, la Mérida donde rumia su futuro y se sostiene a duras penas, la invitación al encuentro de escritores en Veracruz Méjico, que le hizo vender una moto para pagar los $177 de inscripción y hotel, pero le faltan como $400 para el pasaje.

    -Señor Jurado, yo mejor dejo esto de soñar con ser escritor, esa cifra es inalcanzable y allí intervine yo.

      Nunca puede ser lo mismo vender tu vehículo Ferrari en Haití que en Miami, en La Paz Bolivia que, en New York, nunca y allí voy para José Emiro y para ti: en Miami hay restaurantes donde mi esposa y yo hemos estado, no es que me lo contaron o yo lo infiero, sí, restaurantes donde un almuerzo puede costar esos $400. Tú eres el Ferrari y debes venderlo correctamente, en el sitio donde te sea más fácil hacerlo. Probablemente en Haití o en La Paz, hayan personas con la capacidad económica de comprarlo, pero aquí en los Estados Unidos cada quince minutos se hace un nuevo millonario, uno con visión de negocios, preparación, voluntad irrefrenable, ganas de trabajar horas y horas, días y semanas sin descanso, hasta lograrlo, porque en este bendito país hacemos loas a la prosperidad, mientras que en la Venezuela post Chávez la pobreza pareciera un mérito y resulta que la pobreza es indefendible, no posee excusa alguna para existir, logra dañar con eficiencia las conciencias, las ganas, las voluntades como casi le pasa a José Emiro.

            Seguí interviniendo, tratando de lanzar un salvavidas a mi amigo, porque sé bien en cual negocio estoy.

            Nunca dejes de soñar y te lo explico con ejemplos importantes: si Gabriel García Márquez no hubiese salido de su pueblo, primero a Méjico y luego bajo la sombrilla de Carmen Balcells en Barcelona España, esta historia hubiese muerto en alguna desolada playa de Barranquilla. Algo similar, pero con condiciones socio económicas diferentes hubiese ocurrido en el Perú de Mario Vargas Llosa.

            Nunca dejes de soñar José Emiro, nunca dejes de soñar, tú que me lees, porque todo en el mundo comenzó con un sueño y un soñador que no estaba dispuesto de dejarlo, te lo digo con toda propiedad, porque yo sé en cual negocio estoy.

            No desesperes, sigue dando un paso a la vez y recuerda el pensamiento del escritor inglés Chesterton que ahora te regalo: ‘’La desesperación consiste en figurarse que la vida carece de sentido’’, ese no es tu caso, el solo hecho de haber escrito una obra dice mucho de tu calidad de valiente escritor y aquí estamos para sostenerte cuando la fe se tropieza, cuando el crítico interior, el mayor enemigo de tu felicidad y tus proyectos, te ataca y te lo digo porque yo sé bien en cual negocio estoy, el negocio de los sueños en blanco y negro.

            Como dice nuestro slogan: ‘’Somos Jurado Grupo Editorial, un mundo de sueños y un mundo de letras’’.

 

www.juradogrupoeditorial.com




 

 

 

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