SOBRE HOMBROS DE GIGANTES
Si te
paras frente a la orilla de la playa y miras directamente hacia lo mas lejos
que puedas en el mar. Si tu altura linda entre el metro setenta a metro ochenta.
Si tu vista, por supuesto, es aceptablemente buena y además hay buen tiempo, trigonométricamente
podrás ver a una distancia de unas doce millas náuticas en promedio.
Ahora
en el mismo sitio, trepa lo más alto que puedas en esa mata de coco y sube unos
tres o cuatro metros. Trigonométricamente la distancia de tu vista aumentará a
mas de doce millas. Por supuesto mi querido lector, estos son cálculos inexactos,
multifactoriales, promediados, pero que puedan dar una buena referencia a tu vida,
con lo que sigue.
En tu
vida puedes pararte sobre la educación que te dieron, cualquiera que esta haya
sido, pero asumamos que llegaste solo al bachillerato, no hablas otro idioma,
nunca viajaste y tu aberrante rutina no te permite leer ningún libro, ¿ya
calculaste la distancia a la que puedes ver?
Sigamos
que ese mismo bachiller, corto de dinero, pero que se ha trazado el objetivo de
ser un escritor, por ejemplo, buscará acercarse a los escritores, a los
conferencistas, a las librerías, a las presentaciones de libros, en fin, al
ambiente, encontrará tiempo para leer los libros de los grandes y poder aportar
algo con su pensamiento, tomará acción en la dirección a su objetivo, conversará
con las personas, llevará sus manuscritos a ver quién puede leerlos, hará acciones
que le acerquen al oficio de ser escritor y tratará de montarse sobre los
hombros de los gigantes para poder ver más lejos. No es gratis esto, deberá el
aspirante a ver mas lejos, modificar su pensamiento y tener algo en su cerebro,
no solamente el ‘’deseo’’ que es muy importante, sino las otras ‘’DES’’ como lo
son la ‘’definición’’ de su propósito, la ‘’decisión’’ no negociable de
lograrlo, la ‘’determinación’’ de hacer lo que sea necesario para lograrlo, y
una que con frecuencia le gana a la inteligencia: la ‘’disciplina’’, la
constancia y la voluntad de jamás renunciar a sus sueños, objetivos, tareas, vocación.
Yo he
conocido a muchachos inspiradores a los que se les nota esa indetenible intención
de lograr algo. Ante ese tipo de personas me aparto y les ayudo, no les
detengo, no les pongo trabas, porque he aprendido que yo mismo soy así, sin
saberlo, un poco terco, tomo decisiones rápidamente y si no son buenas, las
cambio lentamente, como solía hacerlo Henry Ford.
Estimados
lectores, debemos remitirnos al agudo pensamiento de Emerson: ‘’Si acaso veo
lejos, es porque estoy sobre los hombros de gigantes’’
Recuerda
que el 85% de tu éxito depende de con quien te relaciones, que leas, que sitios
frecuentas, que piensas, que metes a tu mente, como hablas y como te comportas
y parece difícil pero no lo es desde el momento que entiendes que todas las
anteriores, dependen de ti, porque el éxito no es el fin, es simplemente un
camino lleno de hábitos.
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