COMO UNA GATA DE ANGORA

 

COMO UNA GATA DE ANGORA

            Me ha llegado un video de un hombre valiente y con criterio, que a la sazón son parcialmente sinónimos. Un diputado trujillano de nombre Emilio Fajardo.

            En la sala, con muebles forrados en rojo, las paredes repletas de afiches alegóricos a la hambruna, la cara insepulta de Hugo Chávez por doquier y una parranda de indeseables sentados para celebrar el legado, pues allí mismo se paró este diputado quien con evidencia se encuentra cuerdo y lo digo, porque el ser chavista a esta altura del desastre, sí debe ser ineluctablemente catalogado como una especie de falencia mental suprema, en el mejor sentido traslaticio de la psiquiatría, pero a lo que vamos que todos estaban muy apenados, avergonzados y con ganas de desaparecer o al menos no aparecer en el video.

            Fajardo dijo solo verdades que los eunucos chavistas, lambareros de miserias, larvas rastreras, bien entienden, pero no quieren. El diputado dijo que el legado de Chávez es el hecho de que esa asamblea se celebraba sin luz, sin agua, sin gasolina, sin comida y con millones de venezolanos saliendo a otros países, además del desfalco mil millonario a la empresa petrolera, nada nuevo para cualquier venezolano, lo que sí es nuevo es haberlo dicho allí, donde la que presidía, una indigente de proterva presencia, tomó su teléfono celular y lo miraba, al teléfono, haciéndose la desatenta o tal vez buscando una aplicación que la teletransportara a otro planeta. Los demás hacían parcialmente lo mismo: el de al lado, escribía en un cuaderno, nadie le miraba, pero todos escuchaban, con sus chaquetas rojas.

            Ellos saben, como todos los venezolanos, donde incluimos a Maduro y a Diosdado, que el diputado Fajardo hablaba con la verdad, pero es que estos reptiles son como la gata de angora: si se lo meten gritan, pero si se lo sacan llora, no se les consigue acomodo, lloran por las sanciones y gritan por que no les ayudan, reclaman derechos, pero gritan ante los deberes y así han pasado veinticuatro años.

            Felicitaciones al diputado Emilio Fajardo, merece nuestro aplauso y apoyo, parece un buen tuerto en el país de los ciegos, el estado Trujillo posee una mente que puede pensar con claridad frente al verdadero problema, de lo contrario no se podría edificar el castillo de la prosperidad y el futuro, sino cavar el sepulcro donde yacen muchos.