DE LA DUDOSA
FIDELIDAD DE LAS DAMAS.
Alguien
me quitó mi carro, impresionado, quedé parado en el sitio, mientras veía hacia
arriba, a la inmensidad, a los mas de 1000 metros cuadrados de transparente
vidrio del frontispicio del Teatro Adrienne Arsh Center de Miami y solo pensaba
en las seiscientas sesenta y seis piezas de vidrio que componen la pirámide invertida
en París.
Todo
iluminado, de la oscuridad pasamos al día y la amigable actitud de la gente del
primer mundo nos dio la bienvenida. Mi colega de la Armada, Nelson Armitano,
venido a mas como un exclusivo músico clásico de cuerdas, hombre gentil y de
aguda inteligencia, de exponenciado intelecto y caballero cabal, nos invitó a
la tenida de la ópera “Cosi fan tutte”, una ópera bufa, que sería ejecutada por
su orquesta y él nos esperaba en la puerta ya trajeado de negro y listo para
deleitarnos a todos.
La
música fue compuesta por Wolfgang Amadeus Mozart en 1790 y todo comenzó y ese balcón
a la izquierda de la inmensidad nos hacía sentir dentro de la escenografía,
voluptuosa, sin reclamos, sin escatimar en nada y los tres caballeros de
potentes voces apostaron a que les serian infieles y tramaron su ficticia ida a
la guerra y deprimidas las damas lloraron y lloraron y aseguraron que “se mantendrían
como el escollo, impertérritas ante la adversidad, las mareas y los malos
tiempos”. Como es de esperar la ejecución fue hecha en italiano, mientras en pantalla
gigante podíamos seguir con comodidad la
trama en inglés y español.
En
esa mágica mixtura, vestida toda de negro con perlas, su cabello lacio y rubio caía
como el agua y entramos ambos en un letargo y olvidamos la orquesta y nos sumergimos
en esa trama escrita hace mas tiempo del que podemos vivir y la ópera jamás estará fuera del
crecimiento del humano y siempre moverá la psiquis y las emociones y de
repente, caía el telón y volvíamos a la orquesta y en esa encantadora
ciclotimia nos manipularon y nosotros nos dejamos mientras sonábamos guiados
por los maestros.
Anoche
se aplicó esa máxima que siempre le escuche a mi Padre: “envejecer es
obligatorio, pero el crecimiento intelectual es una opción” y es que crecimos,
desde que respiramos ese aire de actores, teatreros de suma calidad, de cultura
y de finos modales. De cantantes operáticos de voces impresionantes y ella
estaba bella, radiante, encantados ambos del gusto por las cosas buenas.
Solo
en esta bella Miami puede ocurrir ver la ópera, trajeados para la ocasión,
mientras a poca distancia se presentaba el partido de Basquetbol en el American
Airlanes Arena, que tenía congestionada la ciudad. Esta bella ciudad que tiene público
para todo, mientras yo agradecía a Nelson su gentileza y pensaba en la dudosa
fidelidad de las damas de acuerdo a esa pieza operática que me llevó al
infinito y que se mixturaba de humor y de un agradable y a la vez profundo conocimiento
de la naturaleza humana.
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