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Saturday, November 22, 2014
EL PAIS DE LOS ESTUPIDOS
El famoso escritor colombiano Plinio Apuleyo Mendoza estaba regentando aquella importante revista de circulación nacional en Caracas, por el año 1957 y ese 24 de Diciembre recibió a Gabriel García Márquez en Maiquetía, quien venía de la absoluta pobreza monetaria que da el dedicarse solo a escribir novelas, de manera que su buen amigo le daba cobijo y empleo, de allí que Gabo al recibir el Premio Nobel en Estocolmo, lo hizo vistiendo el liqui-liqui y por ende rompiendo el protocolo por cuanto consideraba que el vestir frac era pavoso.
Finalizando ese Diciembre comenzaron a sobrevolar sobre la capital aviones de combate, anunciando la caída de la dictadura de Pérez Jiménez y el verdor, la excelente temperatura, la amabilidad del espacio, las retretas de la Plaza Bolívar, los escritores y poetas en los cafés, comenzaron a desaparecer.
La enfermedad de Latinoamérica, la cual es el populismo, la fábrica mas grande de hacer estúpidos, llegó sin demoras y se abandonaron los potreros en Guárico, para ocupar un rancho de dos por dos metros en Caracas que tenía al menos transporte a unos setenta y dos escalones mas abajo en el cerro. La educación gratuita hacia una interesante producción de doctores, licenciados, ingenieros que no pagaron nada por serlos, tan solo sus esfuerzos académicos que no son poca cosa.
Violando lo esgrimido por Aristóteles en la politeia, se abrieron también las puertas de las academias militares a todo aquel que requería solucionar su problema socioeconómico, sobre todo en el Ejército y la Guardia Nacional y se mimetizaron con aquellos de profunda vocación de servicio al país y se filtraron y falló el nivel de escogencia porque a todos se debía complacer y falló el seguimiento de los perfiles profesiográficos porque ¿para que luchar contra el sistema populista?
Yo sé que es muy duro lo que ahora escribo, pero no lo lamento, porque de tapar y complacer a la chusma insurrecta, recogemos ahora la miseria. Nuestros orígenes no nos pertenecen, no estamos obligados a ser pobres por siempre, NO, pero el populismo pasa su cedazo y deja pasar de todo. La única forma de ser prósperos es trabajando, preparándonos y buscando opciones altruistas, pero en el país de los estúpidos, los profesores y maestros son unos tontos y los ladrones públicos y de la cosa pública son grandes señores.
¿Para qué estudiar en el país de los estúpidos, si el Presidente es un ignorante y allí está? Es un Presidente obrero, como si eso fuera muy importante, al contrario es ¡la incultura y el desconocimiento de casi cualquier materia, la piedra contra la cual se estrella la economía venezolana!
Ha sido un proceso, no hay dudas, donde la estupidez ha mellado en el territorio de la conciencia ciudadana y nadie quiere ya al país de los estúpidos donde Plinio escribía y el Gabo retozaba en sus tendencias de izquierda que fueron siempre aceptadas ¿Por qué no? Bienvenido el pluralismo ideológico, pero sin negociar la democracia.
Los certámenes de belleza, la telenovela por estas calles y un petróleo que rompió la barrera de los $100, construyeron junto a sus ciudadanos ¡el país de los estúpidos!
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¡¡¡¡¡Excelente!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!
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