UNA BOMBA ATONITA

Los médicos están siendo perseguidos, por ser los causantes de proliferar la emergencia toda vez que han muerto de una extraña enfermedad al menos una decena de venezolanos. Se han enterrado los cadáveres sin autopsia y por ende sin conocer los motivos. De acuerdo al erudito Presidente, esto es debido a la guerra bacteriológica y química de la oposición y los deudos guardan silencio para evitar también ir a la cárcel. Ya el gobierno ha anunciado que debemos estar tranquilos, porque se recibirá ayuda internacional proveniente de Cuba, con especialistas que allá no han podido controlar el cólera, pero vendrán a arreglar los problemas, las endemias y todas esas enfermedades propias de la pobreza y la insalubridad. Por los momentos el país completo se encuentra bajo la influencia de la onda expansiva de la bomba que han lanzado y que tiene a todos atónitos. Pero siguen los desaciertos y podríamos asegurar que pronto tendremos ébola en América latina, porque a Sierra Leona, Guinea y demás parajes de la siempre maltratada África irán también los castristas con su ayuda que se cobra en dólares del enemigo. Por los momentos nadie averigua que pasa, nadie investiga las muertes y al mejor método soviético el esconder y desinformar será la clave para disminuir la endemia y por ello los mosquitos y demás vectores seguirán haciendo de las suyas en el país de las ratas y los insectos. Desde esta tribuna esperamos estar equivocados, totalmente equivocados, pero no puedo creer en la medicina cubana cuando en su propio país la gente muere de mengua y desidia y vienen en oleadas a seguir maltratando al venezolano que infiere desde la ignorancia y la pobreza que serán la solución basada esta en la inmensa propaganda de venta de la salud, que realmente nunca ha sido. Todos los venezolanos, los de allá y los de aquí estamos impresionados, más que eso, atónitos ante tanta lenidad y falta de talento, pero mientras tanto los lambareros que aun defienden la franquicia Chávez, esperan como siempre que hasta ellos no llegue la guerra que la oposición lleva a cabo para exterminarlos contra la convención de Ginebra que prohíbe este tipo de ataques. La bomba atónita cayó en la Venezuela socialista y todos los ciudadanos de tercera categoría en que se han convertido mis compatriotas están expectantes ante la mentira y la desinformación. La única solución para evitar la propagación e investigar que está pasando, sería que Maduro, Diosdado, El Aissami o cualquier otro importante asaltante se contaminara y dejáramos los de la oposición de ser los únicos atónitos afectados por esta bomba, llena de miseria, malos manejos e insalubridad.