LIBERTAD BAJO AMENAZA
En la
madrugada, al abrir mi teléfono, me aparece el General Vladimir Padrino,
monarca absoluto del Ministerio de la Defensa en Venezuela, agitado, reclamando
que el comandante del Comando Sur de los Estados Unidos se encuentra en
Colombia y yo tan solo me pregunto: ¿Cuál es el problema?
Ellos
saben que disfrutan de una muy relativa libertad. Déjenme corregir, porque aquí
hay un error: nadie puede ser libre si no puede hacer lo que le plazca dentro
del marco de la ley y el orden y es ese el caso de los jerarcas del régimen de
Maduro, el primer preso de Venezuela.
Todos
se encuentran en libertad, pero bajo amenaza, desde el momento en que los
ciudadanos, los cuerpos policiales y militares no pueden garantizar que el
Coqui, un malandrín que tiene en jaque a la ciudad capital, deje de jugar al
Rambo y hasta José Vicente Rangel hijo, fue a negociar con las pantaletas abajo
y estos pues, le perdonaron la vida haciendo toda clase de exigencias.
Están
en libertad bajo amenaza, cuando unos guerrilleros colombianos, en territorio
venezolano, toman a ocho militares como rehenes después de haber eliminado físicamente
a unos quince y el gobiernucho les cede el territorio y les dona 20 millones de
dólares, para que los liberen.
Siguen
en libertad bajo amenaza cuando se estima que el noventa por ciento de la ciudadanía
les aborrece, les odia, les desprecia y eso es muy difícil de mantener en el
tiempo.
Están
libres, pero conocen bien sus dos destinos, los cuales son la muerte o la cárcel
y eso les hace prisioneros y, además, entendiendo la psiquis del enemigo no
tienen otro lugar a donde ir, de manera que intentarán mantenerse en el poder
la mayor cantidad de tiempo posible antes de partir al otro mundo o a la celda
que les espera.
Estados
Unidos no intervendrá, hasta que los venezolanos demostremos que ese gobierno
es una amenaza para los intereses de este país y yo les digo que sí lo es desde
el momento que resguarda al terrorismo internacional, exporta violencia y el 42
por ciento de la cocaína producida en Colombia, con el permiso de las Fuerzas Armadas y los más altos
jerarcas, por ello, no tienen a donde ir y hasta para tomarse un café requieren
que los cuiden en esta interminable y abominable, libertad bajo amenaza a la
que tienen sometido a todo un país.
Mas
de trescientos presos políticos avalan lo que aquí afirmo y pareciera un oxímoron,
pero no lo es. Los regímenes del terror siempre tienen presos políticos, que a
mi juicio son los únicos libres de pensar, porque hasta sus propios carceleros
se encuentran hipotecados y surten cual atanor, los pocos días que aun quedan,
porque esto no será para siempre.
juradopublishing@yahoo.com
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