CINCO PUNTAS
Y el
amable escritor nos contactó por nuestras redes sociales y ya saben, la llamada
la hicimos de inmediato para conocer a alguien interesante, que necesitaba lo
que todos, publicitar su obra y su valentía me gustó mucho.
Nos investigó, hurgó en nuestras numerosas publicaciones y monitoreaba como sus científicos, nuestros movimientos, porque Leopoldo Brandt Graterol, ha escrito un libro que se desarrolla entre otras cosas en un laboratorio.
La
estrella de cinco puntas es llamada el sello de Salomón y en la antigua Grecia, era llamada Pentalpha.
Nos
mandó su obra por correo y el luminoso escritor fue avaro conmigo, por cuanto
nunca me dijo, jamás me informó ni me advirtió que sería víctima de su eximia
manera de relatar, de describir, de manejar la psiquis, de crear lo que todos
buscamos, lo cual es la expectativa, ese enganche emocional, esa curiosidad
extrema, abismal, oceánica.
‘La mayoría de las ideas
fundamentales de la ciencia son esencialmente sencillas y, por regla general
pueden ser expresadas en un lenguaje comprensible para todos. Albert Einstein(1879-1955)
Físico alemán.’ Y es esto lo que ha hecho Leopoldo Brandt, explicarnos de manera sencilla
y comprensible una historia inspiradora de Salvador, quien es el resultado de
un experimento secreto realizado por el Dr. Lucius Green, que es un brillante genetista
que trabaja en el anonimato de su viejo laboratorio en Canadá. Solo sus dos asistentes
y un enigmático empleado conocen el secreto.
Todo iba marchando bien. Salvador fue
evolucionando, pero ciertos sucesos, que no les voy a describir, porque deben
leer esta obra de Brandt, alarmaron al Dr. Green y tal vez cometió el error de
llamar a un colega en el Concejo Científico Vaticano. A partir de ese momento,
una serie de acontecimientos obligan a huir al equipo del genetista, quienes
son perseguidos por misteriosos grupos.
Este escritor, pues, escribe bien,
muy bien y saben ustedes que me leen que tal vez sea esta la primera vez que
digo esto.
Leopoldo Brandt, a quien le auguro un
futuro excepcional en el competido mundo de las letras, nos honra y haremos
todo lo posible, para que su pensamiento hecho letra, sea conocido para
provecho de la humanidad toda.
No quiero exagerar, pero creo que es
la mejor obra que he leído en los últimos meses y felicito a su ocurrente autor
Leopoldo Brandt Graterol y les conmino, para que lo mantengan en el radar,
porque este abogado prestado a la literatura, dará de que hablar y nosotros le ayudaremos como a todos, a que su
éxito sea indetenible.
Finalizo con este botón: ‘El
misterio de la vida no es un problema a resolver, sino una realidad a
experimentar (Duna, Frank Herbert)’
juradopublishing@yahoo.com.
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