UN GALLO COMUNISTA

 

UN GALLO COMUNISTA

            Yo si les reconozco a los comunistas que trabajan y trabajan, piensan, trampean, porque también reconozco que no tienen tanto talento como para hacer dinero honestamente de manera que recurren siempre al engaño, al dolo, al doblaje, a la media verdad y miren que les va bien.

            Bueno, debemos reparar la más reciente frase, porque debemos revisar eso de que les va bien, que viven bien y que ¿son felices?

            Ayer escuchaba una entrevista valiente que hicieron en la televisión de Madrid a Juan Pablo Escobar, el hijo de Pablo Escobar quien presentaba su más reciente libro que ya mandé a comprar y dijo algo que es muy interesante: ‘…al menos yo, no conozco a ningún narcotraficante jubilado, todos están presos o muertos’ y por ello vuelvo a los comunistas quienes piensan que la vida son los cinco minutos de fama que les brinda el público trueque.

            ¿Creen ustedes que Diosdado puede ser feliz, siendo un preso como realmente lo es?, no puede ir con su dinero a Estocolmo, a París, a Inglaterra, porque con evidencia no esperaremos que venga a donde realmente le gusta, me refiero a los Estados Unidos, pero por favor seamos mas amables bajemos la parada y hagamos la misma pregunta: ¿y Costa Rica, Ecuador, Perú? ¿vayamos a las Canarias, o a la cercana Aruba o a la francesa Martinica, allí cerquita, a la rica República Dominicana? No señores no pueden hacerlo, de manera entonces que se hará diariamente la pregunta ¿y para que me sirve este dinero, para pagar mi prisión o para que se los gasten mis hijos cuando yo muera si tienen aun la suerte de que no se lo decomisen?

            Yo llegué a la casa de mi amiga Maribel y allí me senté luego de un buen plato de lentejas y estábamos en la terraza encantadora que linda con una casa al sur, donde un gallo hijo de puta no paraba de cantar y mi pregunta no se hizo esperar, toda vez que el gallo lo hacía a toda hora: ¿Maribel y porque este gallo canta a esta hora de la tarde? A lo que mi amiga que es cubana de Camagüey, me contestó sin duda alguna: porque es un gallo comunista, no tiene horario para joder, molestar, disturbar y hacerse notar, en cualquier momento lo voy a asesinar y allí me volví a acordar de Diosdado, por supuesto de Nicolás Maduro, de Winston Vallenilla, de Tarek William, de Luisa Ortega que intenta ahora pasar calladita como una gallina piroca, de Aristóbulo, de Vladimir Padrino y de muchos otros del gallinero.

            Estimados lectores, amigos todos, observen con atención la gestualidad, la mala uva, la actitud matonesca, esa frase mutilada y reñida con la educación y la concordia ciudadana y allí conseguirán a un comunista lisiado en ideas propias y normalmente tan perdido que no entiende que el comunismo es un periodo oscuro entre dos democracias, por eso joden tanto como el gallo del vecino de Maribel.

Bernardo Jurado pertenece a ‘Jurado Grupo Editorial’