LA
USURPACIÓN DE LA EPOPEYA
Es una
mezcla entre una falsa modestia y una auténtica prudencia. Yo no recuerdo en mi
Juventud haber conocido a alguna persona que pudiésemos, en aquella época de
estudiante de bachillerato, definir como resentido social, pero ahora, en la
distancia, después de Chávez, todos los venezolanos estamos claros sobre el
lineo-funcional comportamiento de los resentidos. ¡Al menos eso hemos aprendido
y muy bien!
Busco
y busco y no consigo ninguna virtud en la pobreza, de hecho me temo que todos
trabajamos, estudiamos, nos esforzamos precisamente para no ser pobres, aunque
esto no se corresponda con mi manera de pensar al respecto, por cuanto
considero que el dinero es excelente para vivir con calidad, mantengo y
sostengo desde siempre una cariñosa relación con el dinero y pienso que las
personas ricas son unos valientes que han tenido la audacia de pensar en
grande, de tomar acción, de burlar las barreras de sus creencias.
Para
los resentidos, como lo son todos los comunistas, es un pecado ser rico,
excepto cuando ellos lo son y desde el poder reeducan para que el pobre, o sea,
el falto de esperanza y valentía, siga creyendo que ese es su destino, piense
en pequeño, crea en la suerte, ampute su creatividad, que otro sea el
responsable, que no tenga metas y que trabaje sin pasión para asegurar su pensión,
por pequeña que sea y como es de esperar, el cambio aparece sin permiso y su
musculoso cuerpo de obrero envejece o su aguda vista de marinero se nubla con las
cataratas o cierra la compañía para la que trabajaba y hacía realidad el sueño
del otro. Mientras tanto el pobre, el falto de visión, quiere creer que quien
le gobierna y le ofrece miserias es el mesías y se hacen los héroes y les
cuentan epopeyas patrias que no les corresponden y usurpan talentos, explotan
paciencias, arruinan ideas, emprendimientos y valentías.
El
progreso por su parte debe ser un ejercicio permanente, sistemático, como la
gota de agua que rompe la piedra no por su fuerza, sino por la perseverancia y
siempre tendrás la posibilidad de tomar decisiones, ¡siempre! Pero con la condición
de que te hagas responsable de cada una, de las buenas y de las malas.
Es
sumamente fácil y paso a explicarlo mejor: si trabajar duro, como nos han enseñado,
fuera la solución, los obreros serían millonarios, pero son los obreros los más
importantes en materia de experiencia. Con esto quiero decir que es el
pensamiento razonado, estructurado y el dominio de ellos el que nos hará tener
un cambio importante en todo orden: los humanos somos los únicos animales que
podemos tener un pensamiento y estar tristes, un pensamiento y estar alegres,
motivados, enfocados, todo depende de tu decisión, de manera que no caigas en
la trampa de creer en falsas epopeyas usurpadas, crea tú, tus propios caminos,
desarrolla tus talentos y nunca trabajarás porque te estarás divirtiendo.
Lo
comunistas, usurpan epopeyas y le hacen creer a todo un país rico, que son
pobres.
Bernardo
Jurado es el autor de “La fragancia de la rebelión” y ocho libros más, todos a
la venta en Amazon en todos sus formatos.
Excelente Bernardo Antonio
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