ESTA
HISTORIA ME ENCONTRÓ A MI
En
el golf hay un golpe, un perfecto golpe que te encontrará si posees un pensamiento
sistémico, junto con un buen entrenamiento, lo mezclas con buena actitud y ¡ya!,
te comes el campo, frente a la mirada atónita y la envidia de todos, pero si
alguna causa externa, te llegara a sacar de foco, como podría ser una llamada a
tu celular, pues, fácilmente dejaste que te perturbaran.
Hoy
en la mañana Ricardo Brown, el veterano periodista del Sur de la Florida, junto
a la bella María Fernanda, tuvieron la bondad de entrevistarme en esta gira de
medios que ahora hago para promocionar mi más reciente novela “Volando en el
ataúd” y quiero recordar que mi admiración por Ricardo no es nueva, por cuanto él
fue el brillante prologuista de mi libro “Esto también pasará”, por allá en el
2009, pero a lo que vamos: María Fernanda no se hizo esperar para preguntarme: ¿y
qué es lo que realmente pasa en la mente de un escritor para poder discriminar
con acierto una historia como esta, que pasó frente a los ojos de la mitad del
planeta y a nadie se le ocurrió?
Yo
argüí, múltiples respuestas, traté de ser elegante, me hice el inteligente,
inventé teorías, pero todas son pamplinas, porque nada pasó por mi mente,
simplemente poseo un entrenamiento de años escribiendo para la televisión, la
radio y la prensa escrita y esos años te dejan saber cuándo hay una historia
que puede ser explotada desde los intereses psicológicos de todo humano y que
tendrá por ende éxito.
¿Y
la musa?, me preguntó con cierta inocencia.
Ahora
mismo cumplo con mi disciplinado hábito de escribir, yo no he pensado en este instante
en la tal musa, porque no siempre podrás estar inspirado, pero si deseas ser
escritor con cierto éxito, siempre deberás estar disciplinado, además, escribir
no es un sacrificio, sino un placer.
Si,
son la muerte, el sexo y el amor, tres de los cuatros intereses del humano que
toco en la novela: el sexo del protagonista con la hetaira del lupanar, que le
da a la historia una sazón rica y debo confesar que fue uno de los capítulos más
difíciles porque debemos movernos con ciertas limitaciones entre la prudencia y
el erotismo, ¡muy difícil maniobra!
El
amor, porque la guerra saca del humano lo peor pero también lo más sublime, ¿o,
es que acaso la mayor fábrica de héroes no sale de las guerras? Y no menos
importante, la muerte, porque ese joven piloto de diecinueve años de edad, sabía
bien que su entrenamiento no era el mejor, su avión estaba realmente maltratado
de múltiples combates en el frente oriental y que con certidumbre volaba en un ataúd.
Yo
no busqué esta historia, yo no hice nada para que me subyugara, no intenté huir
de ella cuando me atrapó, cuando me enamoró, me besó y sedujo, nada hice que no
fuera ser un instrumento de sus personajes que crecieron solos. ¡Esta historia
mis queridos lectores, me encontró a mí!
saludos estimado amigo...ne da satisfaccion leerte y tu modestia y humildad en primer plano....la MUSA, aunque no la materialices, está ahi, en alguna parte del subconsciente...cuidate...
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