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Friday, February 7, 2025

LA VIDA ES UN NAUFRAGIO

 

LA VIDA ES UN NAUFRAGIO

            De repente, como una explosión, se escuchó el atronador ruido seguido de un chirriar en la parte baja, en la quilla. Como pudo, se levantó de la litera para observar con horror que el buque se escoraba a babor. Abrió la puerta del camarote y descalzo, fue hasta la escotilla de estribor que era la más cercana.

            El buque seguía gritando, chirriando, es ese ruido del metal cuando se maltrata, cuando colide.

         Se apagó la luz, la energía eléctrica había fallecido, seguramente la sala de máquinas estaba inundada.

      Con dificultad y producto de la gravedad, pudo abrir la escotilla y hacerse del guardamancebo de la borda y observar la espuma blanca que se hacía sobre las piedras. Era de noche, pero al menos la noche estaba clara y el buque seguía escorando, seguramente debía abandonarlo, que lástima, pensó.

            Tomado de la barandilla fue lo más a popa posible, asumiendo que era donde había más agua para lanzarse y al subir la mirada, pudo ver la luz de un faro en lo que a la engañosa distancia nocturna, podrían ser un par de millas. Gritó, gritó mucho tratando de conseguir a algún tripulante y poder salvarle la vida, pero ya no podía devolverse a buscar a alguien que pudiera estar atrapado o él mismo se hundiría con la nave.

            Se lanzó y lo hizo sin salvavidas para poder nadar con más soltura, se quitó la camisa del pijama, en la segunda brazada decidió que el pantalón le detenía y también se lo quitó y nadó y nadó y ya no recuerda más.

            Cuando abrió los ojos, estaba boca abajo en la arena, al levantar la mirada la sombra de una persona que tenía el sol a sus espaldas, le preguntó cómo estaba y este contestó:

             -Aun vivo.

            - ¿Pudiste ayudar a alguien durante el abandono del buque?

            - No creo, -dijo el náufrago con resquemor. - ¿Dónde estoy?

           -En la isla Paraíso, -le contestó la persona- y me temo que llegaste solo y, además, absolutamente desnudo.

            - ¿Y mi barco?

            - Ese nunca fue tuyo, tú lo tenías prestado y lo rompiste contra las piedras.

       - No fui yo, -contestó con amargura, -fue el oficial de puente y el incapaz del navegador.

            -Tú eres y seguirás siendo el responsable por siempre. Lo perdiste todo, estás aquí en la arena, desnudo, sin nada y ¿aun no asumes la responsabilidad?  Tú contrataste a esos incapaces, tú no los entrenaste correctamente, tú te rodeaste de ellos, permitiste que manejaran tu vida y la de tu tripulación. Te repregunto: ¿pudiste ayudar y salvar a alguien, mientras estuviste a bordo? Sì no es así, perdiste y por tu cara creo que ¿tienes miedo?

            -Si, tengo miedo, todo pasó muy rápido.

            -Pues estás en lo correcto, porque Bacon escribió algo que te puede ayudar: ‘’Los hombres temen a la muerte como los niños a la oscuridad’’.

            - ¿Y es que estoy muerto?

            -La vida es un naufragio y llegaste sin nada y anoche lo perdiste todo...

 

www.juradogrupoeditorial.com

           

           

 

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