EL CHISME INVERSO
Y
aquel temible comandante de submarino, me consiguió llevando un paquete al
Comando de la Escuadra. Yo era un muchacho de veintiún años en pleno periodo de
calificación a bordo de las fragatas, de forma que lo único que hacía era
estudiar, hacer guardia y trabajos menores, trabajos de poca monta y de escasa
responsabilidad, en eso pasaría los próximos seis meses de mi vida.
¿Cuál
es su nombre Alférez?, me preguntó con gentileza y se lo dije, a lo que él
contestó…ah!!! ya sé quién es, su segundo comandante, quien es compañero mío, me ha hablado muy bien de usted.
-Pues,
mi Capitán, con todo respeto, o usted está equivocado de segundo comandante o
equivocado de alférez, porque yo casi no hablo con ese señor.
Nos despedimos
con gentileza y hasta humor, y fui directo a contárselo al también temible
segundo comandante y este me dijo lo siguiente: ¿y tú qué quieres que le diga a
alguien fuera de este buque, la verdad, que no sirves para un carajo ni tú ni tus
compañeros, que lo único que hacen es darle calado a este buque?, pues no, eso
no es problema de nadie, fuera de aquí y ahora no pierda mas tiempo, vaya a
estudiar.
Ahora
podrán tildarme de loco, pero salí de allí muy motivado, porque era la verdad,
no sabía de nada y lo reconozco, tanto, que recuerdo que me tomó seis horas
hacer el cálculo del factor de potencia de un local y luego de dos años de práctica, lo hacía en seis minutos.
En la
marina y en la vida, el prestigio es una de las cosas más sagradas para los
hombres de honor y ese caballero a mis espaldas, cuidó el mío, fue una buena lección
que uso solo con quien lo merece, a otros les disparo al aire, pero de los
pulmones y me quito de encima a los pusilánimes, chismosos y pendejos.
En el
país del desprestigio de la otredad, hablar mal de todo y de todos es un
deporte muy competitivo, por eso no tienen país, por el contrario, aquí en USA,
hablar bien del otro, reconocer sus talentos, entender que hoy no ganamos
porque ellos son mejores pero que trabajaremos para superar el escollo, eso aquí
es muy apreciado y es un signo de valentía.
El
mensaje es sencillo, intenten no hablar mal de nadie por veinticuatro horas
solamente, es un ayuno detox o sea anti tóxico y verán los resultados de
inmediato a su favor. Yo sé que no es fácil y no me refiero a casos insalvables
e impresentables como Chávez o Maduro, me refiero al de al lado, al compañero de
trabajo, a su ex, al vecino.
Sugiero
que ponga atención a lo que dijo el musico George Harrison: "El chisme es la
radio del diablo".
Buena
suerte y no deje de usar el chisme inverso, hable bien de los otros a sus
espaldas, que como buen chisme, le llegará al afectado y se lo agradecerá por
siempre.
juradopublishing@yahoo.com
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