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Sunday, March 26, 2023

LA MUERTE DE MARÍA KODAMA

 

LA MUERTE DE MARÍA KODAMA

            Para aquellos que conocemos a Borges, sus letras, su humor, en fin, su brillantez genial, siempre lo imaginamos con su corbata, su bastón, su mirada hacia el infinito de la negritud y con María Kodama, su legítima esposa por muchos años y por pocos meses, o mejor aún, legítima por pocos meses pero por muchos años, por cuanto se casaron faltando apenas dos meses para el deceso del escritor, luego de vivir toda una vida juntos.

            Él le llevaba a ella treinta y ocho años y quiero inferir que cayó desmayada ante las infinitas herramientas y recursos literarios, psíquicos y la fama de Jorge Luis Borges, quien, para el momento de la junta, ya no podía leer por su ceguera temprana jamás diagnosticada, pero podía ver con cierta dificultad bajo la luz del día.

            Yo la conocí en una memorable entrevista que le hizo mi amigo Jaime Bayly. Su densidad se le notaba con encanto y hablaba sin empaches de su vida con el genio argentino, con el escritor prolífico, el cuentista y poeta que aseguraba que eran las lenguas anglosajonas las mas importantes para la poesía, porque él lo hablaba desde su nacimiento y su crianza en manos de su abuela inglesa, pero a lo que vamos, que a María le reclamaban con frecuencia que ponía en peligro la vida de Borges cuando les dio por volar en globos aerostáticos y fue la amanuense, ahora la albacea, pero más allá de ello fue el gran amor.

            Se casan faltando poco para su desaparición física porque ella se negaba a usar el ‘’de Borges’’, porque María siempre fue un alma libre y decía que ella no era de nadie, ni de Borges, de forma que no podía llamarse así y le aseguró, cuando el posesivo Borges se lo insinuó, que ella se quedaría con él, mientras no le coartara sus libertades, sino era así, lo dejaría allí mismo y vivieron la vida y las patrias, porque hablar otros idiomas, escribir, su afición al arte, al vino, a la vida de los intelectuales, no es para todo el mundo y María lo fue notablemente, si, una intelectual, una profesora culta, profunda y que hablaba el mismo lenguaje del genio que también tuvo por patria a Ginebra donde decidió fallecer.

            María Kodama acaba de morir a sus ochenta y tantos, porque también  fue coqueta y yo desde la admiración no la delataré ni siquiera muerta y fue agnóstica como Borges, aunque creo que son católicos redimidos o al menos eso deseo pensar.

            Gracias María, por tu prolífica vida, llena de letras, de humor y finura, llena de elegancias y cultura, de viajes y de Buenos Aires.

            Que suerte tuvo Jorge Luis Borges de tenerte. Paz a tu alma buena y algún día conversaremos sobre la razón y la fe.

            Descansa en paz.

juradopublishing@yahoo.com

           

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