LA EDAD DE LA PASIÓN
Y
pasan con facilidad pasmosa, casi sin darse cuenta de la edad de la pasión, del
trabajo creativo, productivo, de esas ganas de comerse al mundo, de estudiar,
aprender, de producir a la edad de la pensión, al retiro, al degredo, a tomar café
sin ganas, a conversar, maullar, roer el pasado que no volverá.
Debemos
tener mucho cuidado con esto, porque es la manera más rápida de comenzar a
morir.
Yo
creo que la edad de la pasión jamás pasará en mí, o déjenme arreglar ese
entuerto que posee un toque que pareciera arrogante, pero que no lo es y allí voy
para ustedes, pero sobre todo para mis colegas: cuando crees que ya estás
demasiado viejo para esto o para aquello es porque realmente lo estás, porque
como siempre lo escribo, tu mente es la que manda. Yo no invito a que seamos
unos viejos ridículos, vestidos de milenials, no es eso, a lo que invito es a
no dejar de soñar y entender que el retiro no existirá en nosotros, porque a lo
que hacemos le inyectamos pasión y entonces a ti viejito que me lees, a ti que
crees que la vida se agota, se acaba, que los mejores tiempos ya pasaron, que
no tienes nada que aprender, si, a ti que mueres lentamente de fastidio: ¿Qué es
lo que haces y que tipo de pasión te mueve?
Consíguela,
búscala, lee porque ella está en los libros, no creas que porque alguna vez
fuiste un doctor con prestigio, la película de la vida se acabó, no creas que
porque fuiste abogado ya no puedes reinventarte después de sesenta, setenta u
ochenta.
No
permitas cambiar una vida de pasión por una de pensión, no permitas que se te
agoten los sueños ni las ganas, piensa, desea fervientemente, cosas que no solo
sean estar con tus nietos que pronto tendrán su propia vida lejos de ti, desea
viajar, haz esa lista de deseos locos y no los discutas ni con tu mujer o tu
marido, proponte a cumplirla y la riqueza de tu vida vendrá para alumbrar a los
demás como ejemplo de emociones sanas, de relaciones dignas contigo mismo,
lejos de la falta de autoestima impuesta por la sociedad occidental para
nosotros los maduros, porque es ahora en que estamos en la mejor edad para mandar
al carajo a todo y a todos aquellos que se pongan en la línea de tiro de la
felicidad, la cual es individual y por momentos, de manera que no mueras con tu
música por dentro, cántala, sácala y báilala y el mundo te seguirá, aunque
otros te verán desde las filas de la vergüenza, con cierta envidia.
Bienvenido
a la segunda luminosa parte de tu vida y nunca pases a engrosar las filas de
aquellos que se enorgullecen de tener la edad de la pensión.
juradopublishing@yahoo.com
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