VOMITANDO EN LA CABINA
-Mantenlo
allí, cuatro mil pies y ese rumbo, ordenó en instructor de vuelo al joven
estudiante para aviador militar.
-Repíteme
la rutina que hablamos en la reunión pre-vuelo.
-A
cuatro mil pies, tonel a la derecha, estabilizar a la altura, sin importar las
gravedades, una vez estables, usted procurará una emergencia de entrada en
barrena, estabilizamos a cuatro mil pies otra vez y yo hago un loop.
-Perfecto,
comenzamos.
Era
su primer vuelo acrobático y aunque había soñado toda su vida con esto, era evidente
que no estaba acostumbrado, además, como es totalmente humano, su adrenalina se
podía oler. Se dio cuenta que debajo de su casco, había sudor y de repente.
El
planeta estaba abajo, o ¿tal vez arriba?, su cabeza se movía con fuerza y
aunque los cinturones estaban bien ajustados, sentía que había holgura, mas
fuerzas lo atacaban, su cerebro no pensaba bien, era una sensación ingrávida a
veces hasta que su estomago o tal vez su terrícola oído medio no aguantaron mas
y el vómito se presentó. El lo vio en el aire, estuvo como detenido por
milisegundos, hasta estrellarse contra los controles, el vidrio de la canopia,
todo, hasta en sus rodillas, los libros de vuelo, ‘todo’, ¡qué vergüenza!
El cítrico
del jugo de naranja del desayuno, mezclado con los jugos gástricos, los restos
de pan, huevos, tocino y quesos, el sudor y las ganas de orinar, hacían de todo
un caos. Pensaba en las chanzas de sus compañeros cuando le vieran limpiar el avión
y en cómo lo calificaría su instructor, ¡mas vergüenza!, ¡que pena!, hasta sentía
deshonor.
Eso
es exactamente lo que sentimos los venezolanos, sobre todo los militares,
cuando evocamos el golpe del 27 de Noviembre de 1992, a manos del
Contralmirante Hernan Gruber Odreman, que para no cambiar mucho la historia de
golpes y conspiraciones, era de la Infantería de Marina, porque a Dios gracias
ya ha fallecido, pero en el caso de la Fuerza Aérea fue icónico, porque los
delincuentes tomaron aviones de combate y entre otras fechorías bombardearon a
su Alma Mater, la Escuela de Aviación Militar, donde tuve el honor de ser profesor.
Amigos
leales tomaron sus aviones F-16 y los
desaparecieron del planeta y pusieron orden a los pillos.
Si
acaso yo tengo un instructor de vuelo, ese es Martin Lon y ayer me llamó para
decirme que haremos esa obra, con los testimonios de los protagonistas e
informes originales anexos. Será un honor desenmascarar a estos lambareros,
envidiosos y resentidos como lo han sido todos estos golpistas, empezando por
Hugo Chávez.
La
verdad será develada con detalles, ya somos muchos los asqueados ante el vómito
escupido por los saqueadores en la cabina de la decencia del país todo, de
manera queridos lectores, que somos privilegiados en Jurado Grupo Editorial de
manosear en primera persona, la información que a todos asombrará por su
sensible contenido.
Honraremos
a los muertos de este lado, porque los del otro no merecen ni nombrarlos.
Ya sabrán
cuando será el brindis de triunfo del bien sobre el mal.
juradopublishing@yahoo.com
No solo fueron Infantes de Marina quienes sucumbieron a la escapolamina del poder y la seducción de oscuros intereses, bailando a la conveniencia que les permitió disfrutar más de las mieles que de las responsabilidades, la lista es larga pero solo señaló a algunos pocos como Zahin Quintana, Laguna Laguna, y de ahí habrá mucha tela que cortar incluyendo la de compañeros que de una u otra forma lo avalaron , también hay que decirlo y nombrarlos, si no pierde la belleza la majestad de la justicia, de ellos pues a mi mente una variopinta lista desde Campi, Sanz Ferrer, una vez más mi abrazo más fraterno para mi hermano el editor, de los na u otra forma guardián de la verdad
ReplyDeleteAgregó a la lista de los que no son Infantes de Marina a Maniglia Ferreira quien dio pie a muchas sinverguensuras, Yibirin Pelluffo por miedoso y oportunista, Pinto Blanco , Bracho Rolendio, Arandia Isela ,Carmen Meléndez y otras damas que hicieron brillar el oportunismo, decir esto también es justicia
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