Search This Blog

Tuesday, November 20, 2018

¿MALARIA O BUENARIA?


¿MALARIA O BUENARIA?

            Esto tiene que servir para algo, no es posible tanta indigencia, tanta lenidad y ¿saben porque lo digo?

            Napoleón Bravo me lo acaba de preguntar y le dije que en la ciclotimia de los humanos nos movemos hacia arriba y también bajamos y los países están llenos de humanos y la historia de aquellos expertos en emigrar como fue el caso de los europeos de postguerra donde sus tierras quedaron devastadas por imperativo de la violencia y las bajas pasiones del poder, pues, ya saben, resurgieron.

            Han aparecido endemias impensables para el siglo XXI. Impensables para países civilizados e impensables para todos aquellos que superaron el medioevo como es el caso de Venezuela y entraron al milenio.

            La Organización Mundial de la Salud OMS ha determinado que es el primer país en cantidad de casos de malaria y recuerdo mi infancia cuando viajábamos al interior, las casas más humildes habían sido fumigadas y el Ministerio de salud ponía una marca en cada una, pero se están muriendo de dengue y de inopia, de maltrato e ineficiencia, de corrupción y de asesinatos, esa es la verdadera malaria, que a estas alturas no puedo explicar pero bien saben que no vivo de esperanzas, de sueños ni de pendejera, por el contrario, considero tener bien puestos los pies sobre la tierra y por ello aseguro que llegará el fin donde, inclusive Maduro y sus cuarenta ladrones se asqueen, se les mueran sus familiares como pasó con el hermano de Hugo Chávez, si, se les mueran porque los zancudos no discriminan, las enfermedades tampoco.

            La “buenaria” es que ya todos somos diferentes. Los que hemos salido al exilio, hemos aprendido mucho de cómo deben hacerse las cosas y los que no se hayan adaptado sino que han traído sus maletas de vicios pues perecerán, pero mi conclusión es que sin excepción y por la fuerza, todos se adaptarán y aprenderán en diferentes tiempos de acuerdo a sus talentos y voluntades y osmóticamente transmitirán sus pareceres a los que quedan allá.

            Entendiendo que nos enfrentamos a ladrones, a pillos de baja laya, a narcotraficantes de alta esfera, a terroristas impíos, pues de esa manera podremos discriminar y eliminar precisamente la pendejera de la clase política dirigente y enfrentar con las herramientas y armas correctas este fenómeno chusco del que han sido víctimas mansas.

            ¡Esto tiene que servir para algo!

            Esto ha dejado de ser un problema político para convertirse en un problema policial y militar de características internacionales. Estamos haciendo un buen papel, porque en cada rincón del planeta hay un venezolano hablando de este holocausto y ya no solo nos conocen por las mises, las novelas que detenían a Europa y por el petróleo que ahora escasea, ahora nos conocen por valientes, por patriotas y por dolidos, independientemente de los tontos  vivos como ha pasado con el par de venezolanos, hoy presos, por robar cajeros automáticos en el centro de los Estado Unidos, o por Gorrín, o por Alejandro Andrade, o Diosdado.

            ¡Esto tiene que estar pasando para algo bueno!

 

           

No comments:

Post a Comment