UNA NOCHE
DE BUENOS BESOS
Sobre
el hombro de mi amiga, pude sentir que me miraba desde lo largo de la barra del
restaurant y a un descuido le guiñe el ojo, acompañado este, de un gesto para
vernos en el pasillo de los baños, allí,
sin mediar palabra le entregué mi tarjeta con la dirección de mi apartamento de
Coral Gables y la hora en que nos veríamos.
Apliqué
ese viejo truco del dolor de cabeza, pagué la cuenta y llevé a mi amiga excusándome
a su casa, para correr a mi apartamento donde estaba ella en el lobby, parada
con sus inmensos tacones, cual alta era. Nos saludamos frente al guardia de
seguridad como si fuéramos viejos amigos. Lo único que evitó que la desnudara
en el lujoso ascensor era la cámara de seguridad en el ángulo derecho, pero
solo pensaba en destapar la Champaña que esperaba helada en el vacío
refrigerador. Tenía una belleza suprema, extraña, elegante, seductora, un
cabello cortado a la altura de los hombros, tan rubio que podía pasar por cano.
¡Madura como yo y segura de lo que quería!
Al
despertar, me miré frente al espejo, llené de hielo y agua el lavamanos, mi
cara ajada delataba los excesos de anoche, mientras tanto pude ver, dos
botellas de Champaña, invertidas, boca abajo dentro del recipiente dorado de
metal que ahora estaba lleno del agua del hielo de anoche y decidí ahogarme en
el lavamanos a ver si con eso podía mitigar la farra.
En
pleno buceo helado, recordé que no recuerdo su nombre, ¡qué paradoja!, ¡recordar
que no recuerdas! Y le escuché recogiendo lo que creo era su collar de piedras
color ámbar o algo así. Fue una buena noche de besos, de intercambio de fluidos,
pero no lo volveré a hacer, ¡siempre lo digo!
¡Sí
señor, fue una buena e irresponsable noche de diversión y de sexo desenfrenado!
Debo
pedir excusas por mi mala intención, pero hace muy poco escribí algo similar,
pero sin la parte del sexo, si, discúlpenme. Escribí sobre la designación del
Ministro de Economía productiva Luis Salas, que ahora, al igual que el
individuo de los párrafos anteriores, se ha levantado después de la farra de
anoche, después de la celebración increíble de haber sido designado MINISTRO,
eso no se puede creer, ¡que viva la revolución socialista e igualitaria, donde
los ignorantes si podemos! Que saquen la Champaña para celebrar, pero, si, al día
siguiente la resaca terrible y despiadada y para el momento de esta edición ha
sido despedido y esto posee al menos dos lecturas: o es más incapaz que Maduro,
cosa que le pondría en un sitial nunca antes visto a nivel mundial, o la Champaña
era de buena calidad y se dio cuenta que no podía con la rubia de anoche, que
era mucha hembra para él, que nada tenía que decirle para seducirla y que
seguramente eso era una trampa de los malvados de la derecha.
¡Ex
Ministro Salas, la noche de anoche, fue una de buenos besos y ya amaneció!
hola, muy bun exceso, sugierele que vea el programa de television española "Yo Mono".....muy bueno y ciertamente tenemos algo de monos, aunque unos(como este ministro) mucho màs qu otros. los que somos mas o menos normales en la evolucion desde el sapiens...
ReplyDeleteEs que hay algún ser capaz en este gobierno?... Lo dudó y sobran pruebas. Con respecto a la champaña, esos beben guarapa, de resto se le hincha la boca y pierden los estribos...si no busca el espectáculo que dieron en diciembre en un hotel unos cuantos seres de esta revolución bonita...
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