LAS SIETE VIRTUDES
Recomiendo que no entremos a explicar lo que es una virtud. Si Usted a esta altura del partido no lo sabe, deje de leer. Lo que si es cierto es que bíblicamente se han diseñado siete de ellas, para contrarrestar a los siete pecados capitales.
Dante, explicó gráficamente la existencia del cielo, el purgatorio y el infierno, todo ello para poder internalizar y a la vez comprender que todos aquellos deudores que se encontraban en falta con las virtudes y acudían al pecado como modo de vida, tendrían que cumplir con algunos pasos, por cierto un tanto burocráticos, para disfrutar del bienestar del cielo.
Recalco que todos los pecados son sociales. Observe que ninguno es ejecutado contra la individualidad, pero en cambio las virtudes si son individuales, son conductas personales llevadas hacia el ente social, para depurarlo, limpiarlo y a la vez hacer más llevadera la vida en esta pecaminosa tierra. Pero resulta que en esa “Divina Comedia” de Dante, donde nos muestran los tres estadios, de mantenimiento de los mortales resucitados, pecadores, impuros y por ende chavistas, en términos interpretativos de las sagradas escrituras, no existen, son el respetable reflejo, la respetable forma de hacernos comprender de manera poco más sencilla que lo expuesto por la hermenéutica, que lo que sí existe, lo que se encuentra en constante lucha es el bien contra el mal.
Las siete virtudes son: la Humildad, generosidad, castidad, paciencia, templanza, caridad y diligencia y su contraparte, o sea los siete pecados capitales son: la lujuria, la gula, la avaricia, pereza, ira, envidia y la soberbia.
Escribo sobre este tema, porque hoy vi una vez más a Hugo Chávez, irrespetuoso, intolerante, resentido, pero a la vez citando a Cristo y como le estaba hablando a solo mujeres en el teatro Teresa Carreño, en Caracas, volvió a irrespetar diciendo en ese lenguaje de potrero, que él no entendía porque Cristo era hombre, cuando la mujer, es superior y que por ello, debería llamarse “Crista”, en femenino y créame amigo lector, que estoy siendo absolutamente exacto en esto que acaba Ud. de leer y la verdad es que yo lo lamento.
Me tomé la libertad de citar las virtudes, que se contraponen a los pecados, porque quería revisar si es que acaso estoy prejuiciado, pero en la persona de Chávez, la verdad es que no consigo encuadrar ninguna de ellas, mientras que en los pecados capitales mi votación, se encuentra arrasando con sobrada y pecadora solvencia.
Chávez es sin lugar a dudas un arrogante megalómano, lo que se contrapone a la humildad. Creo que no es generoso, por cuanto todo lo que regala posee un fin ulterior, que le convendrá a él y a sus planes. Sus cuitas con diferentes meretrices, multicolores y multiculturales, lo sacan de la lista de los castos y en este punto no quisiera abundar, porque pudiese ser usado en mi contra. Ni paciencia, mucho menos templanza y la caridad se encuentran lejanas, porque un hombre que hable tanto en la televisión y que viaje tanto en su avión, con evidencia lapidaria, no es diligente.