DISTANCIAS
HONESTAS
Las amistades no requieren frecuencia.
¿Cuántas veces nos hemos conseguido en una cafetería a un venerable anciano que
estudió con nosotros hace mas de cuarenta años, nos sentamos y la conversación fluye
como si nada hubiese pasado?
Luego de ello, de esa grata conversación,
nos prometemos vernos, reunirnos, presentarnos a nuestras familias y eso nunca
pasa, porque no se cumplen algunas reglas para una verdadera amistad.
De acuerdo con Robert Ringer con quien
estoy de acuerdo, una amistad requiere admiración y respeto y además deberá ser
basada en el egoísmo racional que provee el componente esencial de la relación valor
por valor, de forma que la sugerencia es que no desee ni busque una amistad de
la cual no sea merecedor.
Por otro lado, los amores requieren
de permanente presencia, frecuencia y contacto, porque se juegan dos papeles: a
veces el del amante y otras el del amado, de manera intermitente, además impone
exclusividad, fidelidad y honestidad, lleva implícita la amistad, por aquel
concepto de amor de Antonio Gala: ‘’El amor verdadero es una amistad con
momentos eróticos’’.
Hace pocos días fueron vistos en el concierto de Cold Play, la pareja de maduros abrazados, parecían enamorados, persuadidos de
su amor y ambos estaban casados con otras personas y resulta que esos
clandestinos amores requieren de un pago emocional muy alto y si hay divorcio,
como todo parece indicar, también habrá un formidable pago económico, de forma
que, como dijeran los españoles: es ese un polvo muy caro y en todo sentido.
Las distancias honestas se imponen
desde el momento en que entendemos lo anterior. Otra manera de establecer
distancias honestas es la búsqueda de la paz, más que la de la felicidad, por
cuanto la paz es el escalón anterior. Ya nada justifica pelear, ya nada apunta
al ejercicio del pugilato, la esgrima dialéctica absurda, de forma que, si en
una encrucijada debes escoger entre tener la razón o la paz, te sugiero una
distancia honesta en vez de una cercanía hipócrita.
Algunos de mis muy queridos amigos
reclaman mis distancias y tienen parte de la razón al reclamar, pero no es por
falta de aprecio, de ninguna manera, es que corremos en carreras diferentes y yo
ejerzo la mía, con enfoque y con la edad, he aprendido a alejarme de las
vanidades con cierta elegancia, porque no me importa lo que piensen, no me
importa si mi casa, mi carro, mis trajes no le gustan, realmente no me importa,
porque hemos decidido reducirnos para no llevar un equipaje pesado en este viaje
de la vida que debemos hacer grato.
Sí mis queridos, ya no peleo, porque
no tiene sentido y si me atacan, les deseo éxito porque para pelear se necesitan
al menos dos, lo mismo para su oxímoron, el amor.
Otro detalle, para los que piensan
de mis distancias honestas, es que este oficio amado de escribir es uno lleno
de soledades y eso me gusta, pero relájense que yo me considero un amigo fiel
al estilo aristotélico cuando dijo: ‘’Una amistad es un alma en dos cuerpos’’.
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