LA
AUTOESTIMA DE LOS IDIOTAS
Ya
llegó el momento en que nos callamos para que no se ofendan, porque son muchos,
que digo muchos, muchísimos, es la popularización de la idiotez. Es la popularización
de la depresión y de la ansiedad de los influencers o tal vez estos al no tener
objetivo alguno que no sea detallar en las redes sociales hasta lo más nimio de
sus vacías vidas, pues la vacuidad los puede estar afectando.
Los
idiotas poseen grandes autoestimas, si cabe la palabra, son estupendos haciéndonos
saber lo que se aman, todos felices, parejas que vienen de pelearse
acaloradamente, cambian ipsofacto al aparecer la cámara y ponen esa sonrisa que
han practicado frente al espejo por más tiempo de lo que leen algún fragmento
de Borges, Hemingway o Cela, Cortázar o Benedetti, lo he visto personalmente.
El
tema de las mujeres empoderadas es alarmante, pero me gusta, porque creo que ya
ha llegado el momento de que paguen la cuenta en los bares, también que nos
seduzcan e intenten llevarnos a tener sexo ardiente en su apartamento de
soltera, pero no, la cosa no es así.
En
una conferencia que dicté hace unos tres meses a más de cien mujeres, todas sin
excepción cayeron en la trampa, porque esto es una moda y esta, la moda, es una
dictadura sobre la psiquis. Pregunté abriendo mis palabras, levanten la mano
las mujeres empoderadas y sorpresa, todas lo hicieron.
Allí,
con respeto, les informé sobre la soledad de esas mujeres definidas como
autosuficientes, que no necesitan nada porque tienen todos los talentos, además
una frase proterva, dañina, infame, la cual es: yo me lo merezco.
Viéndolas
con piedad les pedí: -Por favor, ahora, levanten las manos las mujeres felices -y
me llevé una amarga sorpresa.
Difícil
esto de la autoestima de los idiotas, porque la gente así no tiene auto estima,
nadie quiere ser uno, pero estos tratan de procurarlo a toda costa o quedan
fuera de la inmensa manada de "influencers" seguidos por
"idiotencers" sin contenido alguno que no sea decirnos donde
compraron esos zapatos, la blusita, el color de las uñas que se lleva en esta época,
los pañuelos del cuello y esa base para simular las manchas del cutis de los
sesenta años de playa de la vieja empoderada.
Un
poco cáustico este escrito, pero es que ya cansa Bad Bunny, por favor, pero
peores son quienes lo siguen. Ya cansa el fallecido reguetonero autodenominado
"El Taiger" y no me he equivocado así lo escribía él, antes de ser
asesinado en circunstancias aun oscuras, ya cansan, de tratar de subyugarnos
como si hubiese sido un camarlengo, como si fuera digno de ser canonizado,
todos saben de sus adicciones. El arte es infinito, bello y luminoso, pero es
esta la época en que la falta de talento, la vulgaridad, las baratijas y con
ellas las personas baratas, nos han rodeado, porque como lo dijera Galeano:
"el mundo se divide entre indignos e indignados, ya sabrá usted a cual
grupo pertenece".
www.juradogrupoeditorial.com
No comments:
Post a Comment