QUE VIVA BAD BUNNY

 

            QUE VIVA BAD BUNNY

            Y lo vi caminando por Agüero 2502 en Buenos Aires, era Jorge Luis Borges y corrí hacia él: ¿Maestro es Usted Borges?

            -Momentáneamente -me hubiese contestado.

            -He leído ‘’El Aleph’’.

            -Pues no se si felicitarlo o pedirle disculpas.

            -¿Podríamos tomarnos un selfie?

            -Con la condición de que me diga a donde mirar, porque soy un poco ciego.

            Y de repente, en este sueño encantador, estaba sentado en una mesa cuadrada de madera, llena de periódicos y la gente me veía a una distancia, era un bar y a mi lado estaba él: Ernest 

          -He leído todo lo que ha escrito, le admiro mucho.

    -No me diga Ernest, llámeme Papa sin acento, Papa Hemingway, así me conocen por aquí, ¿otro trago?

          -¿Podríamos tomarnos un selfie?

          -Pero no aquí, vamos a bordo del Pilar, que conseguiremos un buen pescado para ti.

            Y desperté en se viejo estudio y Conrad estaba de espaldas.

            -Disculpe que lo moleste, ¿Conrad?

            -Para servirle caballero.

         -Capitán Conrad, he leído ‘’Tifón’’ y "El corazón de las tinieblas’’ ¿podría tomarme un selfie con usted?

            -Será un placer caballero, ¿es usted escritor también?

            -Escritor y Capitán retirado, como usted.

            Frente a mi, estaba la blanca barba de George Bernard Shaw, el único hombre que ha ganado el Premio Nobel de literatura y el Oscar de la Academia, de humor infinito y sarcasmo británico.

            -Maestro Shaw ¿porque su rivalidad con Churchill?

         -Porque es un arrogante, le he mandado dos entradas a mi más reciente obra de teatro y una misiva que decía lo siguiente: ‘’Winston le mando dos entradas para que vaya con un amigo, si acaso le queda alguno’’ a lo que me ha contestado: ‘’no podré ir, iré a la segunda función, si acaso hay una segunda’’

           Caminando un poco perdido por la Costa Brava, vi venir a Salvador Dalí Doménech y su Gala.

            -Dalí, Dalí, -grité a viva voz, -he estado en su museo en Saint Petersburg. ¿Puedo tomarme un selfie con usted? -Volteó y me vio:

         -Querrá decir con nosotros y uno sería muy poco para mi genio y para mi ego.

            Hasta el odioso de Camilo José Cela, lo hubiese hecho no sin antes preguntarme: 

        -¿Y me dijo que es usted escritor? 

       -Si señor Cela.

     - Pues comience a hablar como uno y deje de lado ese horrible anglicismo, ¿querrá usted decir con selfie una auto fotografía?

            Que viva Bad Bunny que se ha comportado como lo que él es y la tonta que le admira ahora llora porque el vago le ha botado su celular al mar, al sentirse un poco abrumado cuando la joven le ha pegado un buen pompi. Que viva Bad Bunny, un producto defectuoso que es admirado y nadie sabe porque, no canta, no escribe, no habla, no nada, de forma que es una buena oportunidad para decirles que deben admirar a alguien mejor que ustedes, no a alguien que nada ha estudiado y cuya anterior profesión fue la de luchador, no pueden esperar que se comporte como los prenombrados a quienes bien conozco desde sus obras y talentos.

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