CARAMELO CON PICANTE
Recuerdo
con aprecio, toda vez que debemos estar por encima de la espuma de esa ola
balurda de la crítica, si, recuerdo con aprecio cuando comenzamos en esto de
ser editores. Comencé desde donde estaba y reconozco que no era poca cosa,
porque ya había un camino publicitario recorrido, mucha televisión, prensa
escrita, radio, grandes contactos, en fin, medios, pero con todo y eso los escépticos,
esos a veces envidiosos solapados, esos miserables de Víctor Hugo, esos Jean
Val Jean de las calles de París que de acuerdo a Hemingway era una fiesta, aquí
en la bella y glamorosa Miami, el chocolate se bate de otra manera.
Siempre
logro entender cuando la crítica llega inevitablemente con el aprecio, en el
sobre del correo, porque no somos infalibles y sobre esto acaba de escribir
Arturo Pérez Reverte.
Bernardo,
discúlpame, pero le ha faltado el acento a la palabra tal, la cual es esdrújula
y yo pido disculpas, como lo haría cualquier profesional y corrijo el
involuntario gazapo de manera inmediata como si del honor se tratara, pero hay
una fauna interesante que te dan el caramelo con picante y a ellos nos les
gusta el dulce y el picante le maltrata el procto grotescamente y pueden argüir
recomendaciones desde su inmensa experiencia tales como esta: ‘’ te vi en la televisión
ayer y tu opinión con respecto a tal cosa, hubiese podido ser mejor’’
Inmediatamente
busco en YouTube al profesor que me ha dado el caramelo para ver sus programas
y me llevo la sorpresa de que nunca ha disfrutado del rigor del estrés de estar
al aire en vivo, con un periodista caustico, agudo y satánico que intente
dejarte en ridículo y allí me arde el picante, porque es muy fácil mandar a
cantar teniendo tan bonita voz.
Hoy
esperaba escribir trescientas palabras, pero no puedo dejar de recordar a aquel
señor, si cabe el término, que en una farmacia CVS en la ciudad de Doral,
cuando yo vivía allí, se me acercó para decirme que él era un oficial retirado
y que había participado en el Porteñazo, recordarán que fue un intento de golpe
de estado de la infantería de marina en Venezuela, como si esa fuera una
epopeya honorable y me dijo que dijera en televisión que no le pagaban su pensión
en dólares. Creo que mi silencio y mi cara de desprecio hablaron por mi y su
avanzada edad no le cede lo pendejo que es desde joven, de manera que creo, con
mi silencio y viéndolo a los ojos, haberle dado un caramelo con picante que
espero le siga ardiendo en la popa de su desfachatez.
Nunca
serás criticado por alguien que esté haciendo mas que tú, siempre serán esos
desocupados parlantes de la tontería que se fijan mas en ti que en sus muy
frecuentes errores producto de su falta de planes, de inteligencia, de cultura
y por exceso de ocio, de desempleo y de falta de liquidez monetaria. Divertido
esto del caramelo con picante.
juradopublishing@yahoo.com
No comments:
Post a Comment