LA GUERRA
CAINITA
Son
realmente unos astronautas, díscolos, fuera de la realidad estomacal y mental y
al menos yo, por error que reconozco publicamente me refiero a esos tipejos
como “Chavistas”, para mi sinónimo de bruto, de ladrón, de sátrapa, rastrero,
lambarero, tracalero, murciglero; y podría seguir, pero malas noticias para
todos nosotros.
Esos
individuos que aun defienden el absurdo, esos que parece que les gusta pasar
hambre a lo mejor no conocen nada más y esta conducta impresentable lo más seguro
es que sea la conclusión de la ignorancia, esos tipejos son tan venezolanos
como tú, ¡que vaina tan seria!
Familias hay, divididas por ellos o tal vez por nosotros, cansados ya de la estupidez a oscuras que es peor, por aquello de los apagones, divididas por la diáspora, por la ineficiencia, por los presos políticos, por los exiliados como es mi caso, por ser acusados impunemente, o peor aún: por los muertos que ya son cientos de miles, a manos de las fuerzas represivas del régimen, de los mecanismos de seguridad que producen en la población una mayúscula inseguridad, porque son los pillos que regentan y mal administran la violencia, es el país al revés y las personas decentes están presas en sus casas y salen en libertad condicional solo en horas diurnas y hasta antes del anochecer, para dejar las ciudades como “las casas muertas” de Otero Silva.
Familias hay, divididas por ellos o tal vez por nosotros, cansados ya de la estupidez a oscuras que es peor, por aquello de los apagones, divididas por la diáspora, por la ineficiencia, por los presos políticos, por los exiliados como es mi caso, por ser acusados impunemente, o peor aún: por los muertos que ya son cientos de miles, a manos de las fuerzas represivas del régimen, de los mecanismos de seguridad que producen en la población una mayúscula inseguridad, porque son los pillos que regentan y mal administran la violencia, es el país al revés y las personas decentes están presas en sus casas y salen en libertad condicional solo en horas diurnas y hasta antes del anochecer, para dejar las ciudades como “las casas muertas” de Otero Silva.
Muchos
se preguntan: ¿iremos a parar en una guerra civil?, sin entender que ya lo
estamos, con muertos y todo, con armamento de guerra y bombas, con hospitales
de campaña como se han convertido nuestros nosocomios, con detonaciones, sin
comida, con guerrillas urbanas, venidas a mas en bandas organizadas y ¿consideran
que le falta más?
Las
guerras cainitas, son las referidas a Caín y es un decir hispánico relativo a
la actitud de rechazo, de asco, de odio a la familia o amigos y yo agregaría a
los coterráneos del bando de los tontos y lo volví a hacer, pero es que ya
basta de tolerancias y caballerosidades. Es una frenopatía (me encanta ese
adjetivo, frenópata) que es el estudio médico de las enfermedades mentales y es
que estamos frente a una, muy grave e inentendible, una enfermedad cuya causa
es la escases llevada a cabo por personas que odian a sus coterráneos o es que
acaso ¿Chávez no odiaba todo lo bueno, lo prospero, lo luminoso? Y luego llegó
este escaso que tiene razón de odiarnos, porque él no es venezolano y está
haciendo bien su trabajo, el cual es permanecer el mayor tiempo posible en el
poder que heredó y donde deja fluir su resentimiento y el desconocimiento de
cualquier cosa que la inteligencia humana pueda parir.
Nicolás
Maduro es un enano mental que se ha puesto algún coturno para verse más grande,
pero todos sabemos que no le queda esa suerte de maroma grecorromana, mientras
el país todo se odia en esta guerra cainita que aún le falta por terminar.
Bernardo Jurado, es el autor de “La fragancia de la rebelión”A la venta en Amazon y las más prestigiosas librerías de Miami.
Gracias por drenar todo eso que nos enferma.��⚓❤
ReplyDeletesaludos cordiales estimado amigo, enano le queda grande,,,feto???
ReplyDeletela verdad es que no encuentro definicion para esra "cosa"