ENTRE
SÍSTOLE Y DIÁSTOLE
Mi
alumna me informa por las redes sociales que la Universidad Central de
Venezuela está de cumpleaños y me preguntó a raja tabla, sabiendo que soy ex
alumno: ¿y no piensa escribir nada?
Yo
no sé porque la gente se esfuerza en revolverme los recuerdos, eso no tiene
sentido, seguir y seguir, rogar y rogar, pensar y recordar a aquella ciudad
universitaria donde ha pasado de todo, aquella ciudad universitaria que llegó a
ser una obra de arte en sí misma y que hasta albergó a conspicuos guerrilleros asesinos,
roba bancos, comunistas, saqueadores y que ahora son grandes terratenientes,
burgueses, ampulosos gastadores europeos y grandes aviadores de sus propios
jets, pero también esa casa de estudios ha sido conocida por “la casa que vence
las sombras” ¿y como no va a ser así? Porque la ignorancia y el comunismo, que
aunque no son sinónimos se parecen, son ambos sombras que al existir la luz del
conocimiento que a la vez es esperanza, las sombras, el oscurantismo, la trampa
de la niebla, se disipan y el conocimiento es luz, la lectura y el estudio son
faros de posición que nos dan ángulos
diferentes para enfrentarnos con la disidencia de los inteligentes a la vida.
Pido
disculpas por lo que ahora paso a asegurar, pero ya hace una década que no piso
el país y tal vez eso me descalifica, pero infiero que debe ser tenebroso caminar
los predios de las Ciencias Económicas y Sociales, imagino la bella universidad
tapizada de la ignorancia de la revolución, pintoreteada de consignas
comunistas y de ¡no volverán!, de gramas amarillas o escasas, de maestros
barrigones y flojos y los míos, mis maestros, luchando contra la dejadez y el
olvido de la majestad del conocimiento, aunque infiero que a esta altura ya
deben ser unos venerables ductores jubilados o fastidiados de la ineficiencia y
de los actos académicos pomposos y absurdos, donde matizan lo poco que queda de
conocimiento, con logros comunistas, como si la producción de muchos alumnos,
se pareciera a la producción de conocimiento para la humanidad.
La Universidad Central de Venezuela
es una de las universidades más antiguas de Latinoamérica y eso es un punto a
favor, pero malas noticias, porque el serlo no implica más eficiencia y con
todo y eso, la rancia casa de estudio es la número treinta y dos (por tiempo de
fundada) y cumple más de doscientos años y no escribo la cifra exacta de anos
porque no me consta y porque no es importante, lo importante aquí es que la
universidad latinoamericana que en el ranking mundial aparece en
producción de conocimiento y competitividad, está después de número 500 y
pertenece a una en Méjico.
Por
los momentos, entre sístole y diástole recuerdo mis anos de alumno de postgrado,
mi asistencia motivante a encontrarme con mis preparados y siempre
impresionantes maestros y a entender que en esta aldea mundial, todos estamos
en competencia.
Bien escrito, colega y compadre. Y da lástima saber que entre sus destructores se encuentran egresados de sus mismas aulas, que posiblemente pasaron por ellas amparados en ideologías obsoletas, dejando correr el tiempo en infinitas corridas del RR, como parásitos en espera de destruir al huesped y pasar a otro, en este caso, de la UUUCV a Venezuela, donde, desde el poder, iniciaron la debacle nacional...
ReplyDeleteExcelente!!!
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