EL MIEDO DE
LOS MILITARES
Es
como montar cachos o los tarros como le dicen en otros países. Es esa llamada
que escuchamos en nuestro celular cuando estamos bajo la ducha y nuestra esposa
a viva voz nos pregunta: ¿mi amor te llaman a tu teléfono, es un número sin
nombre, atiendo? Y nos damos cuenta que el corazón quiere salirse por la boca,
deseamos ahogarnos, deseamos cortarnos las venas con la máquina de afeitar. ¿Hasta
cuándo le voy a decir a esta estúpida que no me llame los fines de semana?
Para
tener una amante primero hay que preguntarle al cardiólogo si poseemos la
capacidad para las emociones violentas antes de un infarto, es como un deporte
extremo que por tal nos hace recorrer adrenalina a alta velocidad por el
torrente sanguíneo, nos hace sentir vivos, pero a la vez tontos y mojados aun,
entendemos que esa no puede ser la vida, ese stress, esa angustia, esa
infidelidad, ese desasosiego absurdo, esa doble vida, esa absurda y a la vez
angustiante actitud a la auto destrucción, porque amamos a la esposa y al hogar
y no entendemos porque somos así.
Los
militares juran a temprana edad serle fiel a la Patria y sus instituciones, a
la democracia y a su gentilicio, pero llegó la revolución y los capturó con su
capacidad de corromperle y angustiarles. Es la revolución esa amante lujuriosa
que hace que los decentes se vuelvan locos y procuren los encuentros secretos que
por privados les hacen romper sus juramentos, hasta que están en la ducha y
suena el celular.
Los
ascensos sin mesura ni méritos en la mayoría de los casos, los dineros mal
ganados o peor aún, no ganados, el carro prestado junto al chofer que les da la
sensación de poder cuando nunca lo han tenido, la oscura sensación de que esto
durara por toda la vida y pueden tener lo mejor de los dos mundos, una esposa,
madre de sus hijos, el sosiego y la tranquilidad del hogar y una amante
candente pero carcelaria, celosa y arbitraria, pero divina y divertida. No, eso
no pasará, no durará por toda la vida a menos que la elección sea ser infelices
y aborrecidos.
Los
militares tienen un legítimo miedo al ver con un corto punto de vista que lo
mejor es guardar silencio y que sean otros los encargados de poner orden a la
amante estúpida, sin darse cuenta de que son ellos los protagonistas de la destrucción
del hogar, al no terminar esta absurda relación que esperamos sea sin
violencia, porque realmente no hace falta.
Quieran
o no, las Fuerzas Armadas forman parte de la ecuación política y ahora mismo
son infieles a quienes los formaron, a la democracia donde se criaron y a los
principios de lealtad, disciplina y obediencia que juraron cumplir a favor de
la democracia y no de un proyecto que nunca terminará de cuajar, porque no es
tal, jamás lo fue y como el árbol mal sembrado, no posee raíces profundas que
le permitan la permanencia en el vendaval.
Yo
entiendo a los militares ¿Cómo no voy a entenderlos? ¡Si yo soy uno de ellos!
Felicitaciones mi estimado amigo en las nebulosas de la lejanía, que espero que un día próximo sea en las cercanías. Solo un militar puede expresarlo así, claro en estos momentos puede que sean muchos los que pidieran hacerlo, de eso estoy seguro, pero, (siempre hay un pero)… pero no se atreven.
ReplyDeleteCómo no entender eso Bernardo sabiendo tú quienes nos formaron y con que valores lo hicieron.
ReplyDeleteCómo no entender eso Bernardo sabiendo tú quienes nos formaron y con que valores lo hicieron.
ReplyDeleteSaludos la reorganización de la FAN será otra misión de los venezolanos
ReplyDeleteHermano, fíjate que seguimos sincronizados; hoy fui a buscar un cheque en Seguros Caracas en Valencia y de reojo vi a un Vice retirado, que nos lleva un año, quien fue excelente cadete y Oficial pero que como dice George Lucas: "lo atrapó el lado oscuro de la Fuerza". Muchas veces lo vimos en paradas militares exclamando con orgullo pertenecer a "una armada (minúsculas a propósito) CHAVISTA E IMPERIALISTA; pues sin exagerar, no tenía una cana en el cabello a pesar de tener unos 54-55 años de edad, franela anaranjada Bass Pro Shop, iwatch, iPhone, RayBan, maricómetro Victorinox y zapatos Nike naranja.
ReplyDeleteQue la Fuerza nos acompañe (Star Wars).
La verdad es que habiendo sido y en la actualidad retirado desde hace 20 años de los cuales, durante 12, aportè mis humildes conocimientos y experiencias. en estudios superiores con el gran Victor y con el no menos grande autor y vi pasar a tantos oficiales suoeriores, en esas aulas como OSC, tutoreè y aconseje a por lo menos 4 por año hasta el ultimo de los CCEMN y donde NUNCA se hablò de politica en la relacion docente-alumno....NO LOS ENTIENDO...como no funcionò la vacuna de la ètica, principios, moral, deontologìa profesional miltar..aplicada en sus años de la DIOS Y PATRIA.contra este virus epidemico rojo rojito que los ha enfermado. Disculpen mi falta de entendimiento.....
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