UNA BELLA COSTUMBRE
Publicado en Ciudad Doral Newspaer
Frente
a mi espejo, cada mañana la pregunta me explota en la cara y el dolor se hace
presente: ¿Cómo lo logra? ¿Cómo es posible que a él sí y a mí no? ¿Me estoy
volviendo un individuo envidioso? ¿Por qué mi cabello se retira como un cobarde
ejército que huye de sus orígenes?
Creo
que pertenezco sin proponérmelo a una suerte de sociedad secreta que envidia a
Donald Trump, realmente no a él sino a su cabellera frondosa, ampulosa, grosera,
que nos hace sentir a todos muy viejos y usados.
Licorado,
mi amigo Armando ha asegurado frente a todos sus amigos, que se encuentra
reuniendo dinero desde hace ya algún tiempo porque se hará el injerto de
cabello que lo rejuvenecerá. Nos indica que él nació con cabello y morirá con
cabello y tan solo me remito a guardar silencio.
Esa inmensa pollina o como dijera Jaime Bayly (quien también posee lo suyo en términos capilares) ese inmenso flequillo que lucha contra el viento en cada inauguración de un campo de golf. Ese anexo corporal que se hace firme violando la física y que nos distrae la atención y que nos permite hacer más preguntas sin tener respuesta alguna: ¿Qué tipo de tinte usa? ¿Estaría yo dispuesto a hacerlo? ¿Qué pensaría mi esposa? ¿Tal vez a ella le gustara mi flequillo si estuviera acompañado con algunos millones?
Por
los momentos mi almohada es el testigo silente de la caída de mi cabello. No
pienso acompañar a Armando en aquello de hacerme cirugía para parecerme a
Donald Trump, primero pienso reunir algunos millones y publicar mis cifras en
este periódico a manera de parecer inteligente y próspero y seguro lloverán los
cirujanos con sus ofertas y escogeré al mejor y le permitiré que diga al mundo
que él fue quien me implantó cabello y esa será suficiente paga.
Donald
Trump, nuestro vecino, se ha lanzado a la Presidencia por el partido
republicano y a mí me parece muy bien y además divertido. ¡Donald siempre con sus cosas!. Quiere hacer un
muro que nos divida de Méjico pero que lo pague Méjico… ¡buena idea! ¡Solo nos falta saber que piensan los
mejicanos! Que seguramente estarán de acuerdo, porque es Donald, el viejo amigo
Donald quien lo propone y él siempre propone cosas buenas o se lanza a la banca
rota ¡una bella costumbre!
Arguye
que los mejicanos en su totalidad son violadores de la ley, trúhanes,
bandoleros, saqueadores en fin, inmigrantes y como tales indeseables y eso
incluye a Carlos Slim el magnate de las telecomunicaciones, quien vive en Méjico
(su país natal) y que le sextuplica en fortuna y además es calvo como yo y con
quien el amigo Donald tiene negocios, ¡por ahora!
La
señora Madre de Donald no es de aquí, ella es de Escocia y sus abuelos de Alemania,
su ex esposa Ivana de la República Checa y Melania de Eslovenia, de manera que
podemos inferir que Donald, posee una suerte de organización humanitaria que
con amor se encarga de los inmigrantes y digo con amor porque ha acogido a su
madre, sus abuelos y dos esposas ¿es lógico verdad?
Yo
pienso que sería divertido y a la vez una gran advertencia al mundo ese mensaje
televisivo del vocero de la Casa Blanca Trump, imagínense, que de repente
dijera… ¡y con Ustedes el Presidente de los Estados Unidos de América, Donald
Trump! Apareciera Donald con su acostumbrada cara de pocos amigos y dijera a
cualquiera de los aprendices: ¡estás despedido! Y luego como las cosas no han
ido todo lo bien que él quiere en términos económicos, se lanza nuevamente a la
banca rota o es que ¿Ustedes no saben
que el buen Donald ha tenido más banca rotas que esposas? ¡Muchas más!
¿Quieren
saber el cuento? Pues deben pagar por ello (eso lo aprendí de Donald) y deberán
depositar en una cuenta que Armando (el calvo) les indicará para hacerles los
respectivos implantes capilares a todos los calvos de la ciudad Trump del Doral.
Cuatro
de sus grandes negocios se acogieron al Capítulo 11 de Banca Rota: el Trump Taj
Mahal en 1991, el Trump Plaza Hotel en 1992, el Trump Hotel and casino Resort
en el 2004 y el Trump Enterteinment Resort en el 2009 y el asegura que usa la
ley de este país para detener los pagos y seguro estoy que está bien asesorado
y creo que yo debo copiar el método, pero lo que ocurre es que choca contra mis
valores y creencias y la verdad es que ¡no sé qué hacer! Pero Donald arguye que
estos son solo negocios y que nada tiene que ver con cosas personales, pero no sé
cómo explicarles que en lo personal no me siento muy confortable con el método, creo que linda
la ilegalidad y se sumerge en la irresponsabilidad. Cuando leemos las causas de
las banca rotas de estos cuatro inmensos desarrollos, solo me queda concluir
que es una muy inteligente manera de aplicar tácticas gansteriles usando la ley,
de manera entonces que son tácticas legales…por ahora…pero al ser recurrentes
se han convertido sin que queramos en una bella costumbre avalada por la ley
del más fuerte en la selva de cemento.
Es
definitivamente arriesgado el amigo Trump y ha hecho de su persona el producto
y de su arrojo un material de infinita referencia, de su pollina un ícono y de
su arrogancia una moda, de lo que si tengo dudas es de su inteligencia, pero
asumo que ella –la inteligencia- la demostramos cada vez que hablamos y por
ello debo inferir que es corta al afirmar que el noble pueblo mejicano o más
allá, el noble pueblo latinoamericano o mejor aún, cualquier inmigrante como
nosotros y como él, como sus abuelos, sus esposas y su santa madre, no merecen
esos epítetos degradantes, porque generalizando creo que todos los prenombrados
en ese inmenso grupo no se han ido a la banca rota tantas veces como el hábil Donald,
pero por los momentos Usted amigo lector debe ayudarnos, debe depositar en la
cuenta de los calvos a ver si podemos modificar la horrible fenotipia de la que
sufrimos los maduros y hacer de Ciudad Trump una, con calidad de cabello, como
merecemos todos y el mensaje a aquellos inmigrantes a quienes no les ha ido
bien en sus negocios es que se acojan a esa bella costumbre de no pagar o
refinanciar sus deudas amenazando al sistema con lanzarse a la banca rota… ¡UNA
BELLA COSTUMBRE!
renacisurgimiento de Al Capone....
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