TODO EL TIMÓN A
ESTRIBOR
A
los pocos días del exilio, llegó la caballería de la moral y nos encontramos de
frente, como lo hacemos los hombres. El abrazo fue fundido y lleno de amor,
casi lloramos, pero no, ¡los Capitanes
no lloramos!, ¡pero si mentimos!
Me
regaló aquel crucifijo bendito con el que me santiguo a diario, ya está viejito
de tanto pasarle la mano y está junto a su fotografía donde aparece como él
era, en smoking con un tabaco en la mano en algún bar de lujo, infiero yo. Está
a menos de una braza de distancia en mi mesa de noche.
Nos
tomamos hasta el agua de los floreros, estábamos celebrando el triunfo del bien
sobre el mal, la victoria de la libertad sobre la opresión, ¡la vida sobre la muerte!
Me
preguntó: ¿es verdad lo que dice el Gobierno de Hugo Chávez sobre ti? Y le
contesté no Papá no es verdad, le faltaron algunas cosas y reímos sin entender ¿porque?
No
tocamos a partir de ese momento ningún tema negativo, no era momento para
tristezas ni llantos, reímos y reímos, no parábamos de hacerlo, cuentos comunes
y más cuentos, historias y arrogancias solo dadas a dos amigos que poseen más
coincidencias que disidencias y ya el organismo nos pedía descanso cuando
estaba a punto de salir el sol, pero nuestras ganas de estar juntos no lo permitía,
¡pero no pudimos más!
Nos
cambiamos, nos aseamos, la rutina dental y pijama y no hablamos. Él se acostó y
yo a su lado y no pude aguantar las ganas de arrimarme y levantó el brazo y puse
mi cabeza sobre él. Después de muchas décadas de ser fuerte, décadas de rudeza
en la vida militar y en la mar, me sentí, teniendo cuarenta y cuatro años de
edad, en mi primera infancia al ser arrullado por mi Padre en este bendito
exilio que me tocó vivir.
Acariciando
mi cabeza, me dijo: “Recuerda hijo, el pensamiento de Lope de Vega: de mis
soledades vengo y a mis soledades voy, porque para estar conmigo, me basta mi
pensamiento” estas sólo y la soledad ha sido diseñada para las almas grandes.
Al
día siguiente volvimos a ser los mismos de siempre y jugamos a ser recios, pero
no, eso no es cierto. La noche anterior había sido tan sentida y gratificante
que me impulsó por siempre y marcó mi conducta. Me dio $500 que no quise
aceptar, pero no tenía dinero para comer y él lo sabía y me reganó y así como
me había arrullado la noche anterior, con la misma intensidad pero con
polaridad invertida, me llamaba la atención so pena de ser castigado.
Por
él, por la formación que me dio, por su reciedumbre y hombría a toda prueba, he
girado mi timón todo a estribor, hacia las aguas profundas donde nos sentimos más
cómodos y seguros, pero nunca hacia costas bajas y rastreras, donde moran los
pigmeos mentales que siempre forja el comunismo absurdo y falto de moral
ciudadana.
¡Gracias mi Padre querido y
admirado….feliz día al mejor de ellos!
Excelente!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!
ReplyDeleteUn honor haaberlos conocido y admirado a los dos.
Hermoso! No pude evitar la comparación con la compincheria que siempre existió entre mi Papa y yo y me derretiste el corazón. Gracias Bernardo, necesitaba volver a sentirme la niña de Papi y traer a mi presente toda la emoción de lo que él, aun hoy, me hace sentir. Su infinito amor, guía y sabios consejos continúan muy latentes.
ReplyDeleteHermoso! No pude evitar la comparación con la compincheria que siempre existió entre mi Papa y yo y me derretiste el corazón. Gracias Bernardo, necesitaba volver a sentirme la niña de Papi y traer a mi presente toda la emoción de lo que él, aun hoy, me hace sentir. Su infinito amor, guía y sabios consejos continúan muy latentes.
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