COMO VIAJEROS QUE VAN
EN POSTA
En
Inglaterra fui un niño feliz. Una casa antigua y bella, mi árbol de manzanas en
el jardín trasero que tropezaba con frecuencia con mi motoneta Vespa de pedales
que simulaba las famosas y verdaderas italianas, mi guitarra azul con el que jugaba
a ser de los Beatles que emergían a la fama en aquellos años y mi casco de
policía británico regado por alguna parte del family room, mi amigo Richard,
hijo de un oficial de la Real Fuerza Aérea y que ya debe ser un viejo como yo.
El
cambio intempestivo a un lugar desconocido llamado Puerto Cabello, marcó
positivamente mi ya bella infancia. Comencé a ser un niño de verdad, sin
confinamientos por el crudo clima de Gran Bretaña, salía de casa y llegaba
totalmente sudado de correr y jugar.
La
primera vez que supe de lo que hablo fue por boca de papá, quien al pasar
frente al frontispicio del cementerio, siempre recitaba lo mismo: “Pasaron
todos como sombras, como viajeros que van en posta”.
Nunca
entendí desde mi niñez porque papá siempre decía lo mismo en el mismo lugar. Pasaron
los años y fui yo quien volvió al querido Puerto y ese primer día en que iba con
mi maletín de sueños y mi morral de orgullo a presentarme a bordo de mi primer
buque de guerra, pasé frente al cementerio, (no hay otra vía hacia la Base
Naval) y me llamó la atención un pomposo sepelio y al voltear la cara logré ver
la muy conocida y escuchada sentencia.
Nunca
supe quien la escribió pero marcó mi vida, porque luego, cada vez que pasaba frente
al campo santo, repetía lo mismo a mis hijos, quienes a su vez no creo que
sepan de que se trata.
En
este mes he perdido a dos admirados amigos. Uno recio y profesional que sirvió
como jefe de la escolta y seguridad del dictador Fidel Castro Ruz. Al asquearse,
intentó ocho veces salir de la cárcel en que se convirtió Cuba, hasta que fue a
prisión acusado de traidor y otros terribles anatemas, hasta que huyó y le
conocí en la televisión y era un hombre hilado, inteligente, amable, de otra
estirpe a la comunista y nunca ocultó los errores de su juventud y denunció con
valentía los atropellos que pudo presenciar. Siempre entendió que era la hora
de enfrentar el engaño revolucionario y eso requiere de mucha valentía y
arrojo. Juan Reynaldo Sánchez, escribió un libro que se ha convertido en una
referencia y ya no le tengo entre los vivos.
El
muy famoso psicólogo Joachim de Posada, escritor de Best Sellers y que vendió
en el primer mundo más de cuatro millones de copias de sus libros, motivador
amable y con quien también tuve la grata oportunidad de compartir frente a las
cámaras y como conferencistas, ha muerto y hoy serán sus exequias. Inteligente
y afable como ninguno. Su tarjeta personal era un billete de $1000 con su cara
y número telefónico.
Que cosas con esta vida que permite que la muerte se lleve
a los buenos. Indefectiblemente todos “Pasaremos como sombras, como viajeros
que van en posta”. ¡Paz a sus almas
buenas!
Ud. no es mas que un gusano que no desperdicia lugar para dar a conocer su anticomunismo asqueante . Yo tambien , huyendo de los miltares en mi pais alla por 1980 , recale en la hermosisima Venezuela ; Caracas , Valencia ...Puerto Cabello . Y algo que me impacto y me hizo reflexionar fue , precisamente , leer ese epitafio en la entrada del cementerio de Puerto Cabello. Escribi ese texto en la contratapa de uno de mis libros preferidos . Porque encierra toda una escatologia ( reencarnacion , inmortalidad...) Material para reflexionar ; pero que esta lejos , muy lejos de cualquier significado politico a no ser que alguien - como Ud - asi lo quiera ver . Haaa...soy uno de esos que Ud. tanto odia.
ReplyDeleteGracias por leerme.
ReplyDeleteEse caballero, debe estar a punto de entrar a la cuarta dimensión, si acaso no lo está ya. Debo decir, que en su espíritu reina un sentimiento de odio hacia el creador de este blog. En todo caso, ese epitafio, siempre me ha llamado la atención, desde muy joven, y hoy, ya en la última etapa de mi vida, algo me motiva a pensarla con sobrada frecuencia....como una verdad eterna.
ReplyDeleteMuy respetado Sr. ha de saber Ud. que " nadie la tiene comprada " , y cabe la posibilidad de que sea Ud. quien primero viaje a la cuarta dimesion . No escupa para arriba...puede caerle en su propia cara .
DeleteNuevamente....gracias por seguir leyendo Ruben Flores.
ReplyDeleteEstimado pariente, esa prosa se dice de autor anónimo, unos la atribuyen sin demostrarlo a Ramon Diaz Sanchez, lo cierto es que quien la haya escrito se fundamentó en el Salmo 144:4 "El hombre semejante a la vanidad; sus días son como LA SOMBRA QUE PASA"...de allí PASARON COMO SOMBRAS, el anonimo habría agregado el COMO VIAJEROS QUE VAN EN POSTA.
ReplyDeleteAgradecido altamente, Alberto...te mando mi fraterno abrazo.
ReplyDeleteHola. Buen día.Desde niña me llamo mucho la atención de esa leyenda en la entrada del cementerio de Puerto Cabello.Por cierto, me tocó visitar recientemente y está muy descuidado por la Municipalidad. Gracias y saludos.
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