Search This Blog

Monday, January 20, 2014

UN TIFON EN EL ATLANTICO???

Siempre son privilegios divinos, recibir visitas de personas como mi mentor, a quien conocí en las noches de mar que no siempre fueron buenas. Resulta que cenamos juntos en Charlie’s Restaurant y el sigue ejerciendo su profesión de maestro y por ello vino cargado de tesoros de tinta y papel y entre ellos me trajo una obra de un hombre que sin ser británico, inspiró a los más insignes escritores de habla inglesa, me refiero a Joseph Conrad, quien nació a finales del siglo XIX y falleció en 1924. La obra se titula “Tifón” y quiero recordar que estos fenómenos meteorológicos, son propios del mar de China y de allí lo extraño del frontispicio de este artículo. El barómetro comenzó a bajar estrepitosamente, lo que le indicaba al viejo Capitán MacWhirr, que una terrible baja presión se aproximaba indefectiblemente, aunque el sol brillara al momento y los vientos estuviesen muy calmos, pero resumiendo a ustedes muchas interesantes páginas que me hicieron estar por momentos de mi mente, a bordo, por esa exacta y brillante métrica descriptiva de Conrad y los episodios en ese mar de China, el Tifón les azotó y golpeó al buque de tal manera que todos pensaron que no verían más el sol, porque se hundirían con su cargamento de doscientos chinos confinados en las bodegas de proa, pero a las seis horas de batalla, entraron en un marasmo de extraña y expectante tranquilidad, por cuanto estaban en el ojo del Tifón. En el ojo del Tifón puede encontrarse un personaje interesante, empresario del país sin empresas, que fue absuelto de toda responsabilidad, al culpar al administrador de la ciudad, Joe Carollo de haberle agredido. Por supuesto que me contento que este caso esté judicial y policialmente resuelto, pero como ejercicio periodístico me pregunto en voz alta, si esto es así, ¿Por qué estuvo preso? Si no se pudo comprobar la agresión de la cual fue supuestamente objeto por parte del administrador, ¿eso no es levantar un falso testimonio contra un funcionario de la ciudad?, ¿Será entonces posible que el administrador mintiera?, pero es que yo vi el video y allí nada pasó, entonces no me queda otra opción que seguir creyendo en la justicia y pensar que hay variables y pruebas que evidentemente yo no manejo ni he visto y entonces me siento mareado como si estuviera a bordo del buque del mar de China o es que acaso ¿esto es un cuento de esos doscientos chinos que van a proa? ¿Es realmente un cuento chino?, tendré que despertar y llamar a Joe Carollo, porque aún no he tenido el gusto de conocer al Sr Tovar, para felicitarle por el fallo judicial a su favor. Como los tripulantes asiáticos, se comportan las personas en el estacionamiento de los automercados Publix que brindan sus servicios en la ciudad, por ello recomiendo que la fuerza pública aplique la ley en las horas de mayor tránsito, se diviertan y de paso evite el subdesarrollo del que venimos una gran mayoría huyendo. Es un abuso de vehículos llenos de absurdos telefonistas que se detienen en el medio de la vía mientras ponen un importante mensaje de texto seguramente a la NOAA, cuando su esposa se apea a hacer alguna compra y a él/ella le da mucha flojera estacionarse a tan solo cien metros de la puerta, para avisar con su mensaje la aproximación de un raro Tifón que afectará sus vidas y por ello se sienten con el libérrimo derecho de detener el tráfico sin que nada les importe. Me encantaría ver a un muy ocupado oficial, haciendo los tickets que les traigan sosiego a los contribuyentes y de paso reírme de las caras de los conductores multados que no entienden de los derechos ajenos, del respeto a los espacios comunes, de las reglas de tránsito en la ciudad y del sentido común que ellos dinamitan con su arbitrario comportamiento. Seguimos en el ojo del Tifón y me reportan el descontento por la obra frente al ayuntamiento y al criticar el arte, recuerdo una palabra que describe la ética para cualquier profesión, la cual es “DEONTOLOGÍA”. Con la torpeza que me caracteriza en cuestiones manuales, nunca he esculpido nada, solo he pintado muy mal mi casa y siempre he terminado pagando a un profesional, de manera que me falta todo el mar de China de moral para criticar a cualquier arriesgado artista que haga mal su trabajo, por cuanto nunca lo hará peor que yo, pero todos sabemos que hay mal arte y buen arte, todos vemos mujeres bonitas y otras menos agraciadas, a unos les gustan los días lluviosos y otros los soleados, pero creo a esta hora de la madrugada me está afectando la ingesta de cafeína y por ello pasamos a tópicos más crecedores. Al salir del ojo del Tifón y luego de bordear su ángulo de ataque con exactitud matemática, subió la presión barométrica y todo se puso bonito, salió nuevamente el sol y conseguí el sitio que más me gusta en la ciudad, me refiero al “Restaurant Charlie”, escondido dentro de la Urbanización “Costa del Sol” frente a un lago de ensueño que enamoraría hasta a Fidel Castro en sus más protervas épocas de maldad. Me permiten hacer casi cualquier cosa allí, menos comer desnudo y de paso es totalmente público, hasta he ido acompañado de mi inmenso y fornido perro guardián a libar en la terraza y con la exclusiva y gentil atención de Claudia y Joaquín, posee esa rara mixtura de un buen bar con exquisita comida a precios muy solidarios, yo lo recomiendo ampliamente y a mis lectores les pido el ejercicio memorístico correspondiente, por cuanto nunca he recomendado ningún lugar, pero este es de ¡excepción! Estén siempre pendientes de las bajas presiones, que con frecuencia en esta ciudad, traen consigo bajas pasiones que parecieran haber amainado en este principio del 2014, los Tifones son propios del mar de China y al tener algunos buenos años sin huracanes en Miami, algún nombre debemos dar a las fuerzas de los vientos que con frecuencia golpean a la ciudad, aunado a la falta de pericia de algunos capitanes.

No comments:

Post a Comment