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Wednesday, June 26, 2013
UN ICEBERG EN EL CARIBE
Se desprenden de los grandes glaciares y salen navegando sin rumbo fijo, tan solo afectados por Coriolis o Vernoulli y allí van, mostrando un pequeño pedazo de la inmensa masa que se encuentra invisible sumergida tres cuartas partes.
El mas icónico de ellos y que todavía nos llega a la memoria por su secuela de destrucción, se hizo famoso en 1914 cuando el Titanic apenas le rasguñó y nunca mas llamaron a otro buque con ese pavoso nombre.
Ahora mismo y violando las leyes de la física y también de la cordura en el caribe navega uno por primera vez y las aguas templadas le derriten y hacen que se desintegre.
Los demás países le observan con preocupación y le evitan para no tener una terrible colisión.
Hablan con los Estados Unidos y nada se puede hacer, van al Vaticano buscando ayuda divina y siempre tarda un poco mas por aquello de los tiempos de Dios, en la Habana indican que lo mejor sería venderlo al mejor postor y montar una fábrica de hielo. Los chinos arguyen que está muy lejos y que no les afectará.
Un país quebrado post morten se derrite en el Caribe y sus esquimales, que tuvieron la mala suerte de estar sobre la pieza cuando se desprendió, no se dan cuenta que a cada momento se les hace mas chico.
Ya los esquimales dejaron de pescar, solo piden ayuda y algunos juegan a ser felices porque no conocen mas allá del hielo que les paraliza y creen que eso es normal.
Los otros que se quedaron en el glaciar les gritan que deben tener al menos un plan y la mayoría indica que el plan es no tener plan.
Yo no entiendo a los esquimales, porque han cambiado mucho en estos años terribles de incertidumbre y miedo y las bajas pasiones afloran al mejor estilo de la novela “El navegante” de Morris West, que pude leer cuando yo era un esquimal y todavía teníamos libros en el glaciar.
El iceberg se derrite con mas violencia en la parte sumergida que pocos ven y Maduro cree que el maneja el témpano con la maestría con que manejaba el autobús del Metro de Caracas.
Los libros se mojaron y se deterioraron y por ende ya nadie lee para buscar la solución y la cordura mental, los iceberg no pueden ser manejados y los esquimales se hacen los locos. Otros creen poder tener tiempo de escapar y saltar al océano, pero es que ya están muy lejos de la tierra firme que les garantice la prosperidad y tan solo les queda esperar el ineluctable destino que les traerá la muerte por asfixia.
Un Iceberg navega en el Caribe y es la segunda vez que se ve este fenómeno desde la llegada de la revolución cubana en 1959.
A
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