EL EJERCITO DE OCUPACION CUBANO

Mi amigo y reputado periodista Oscar Suarez, después de la entrevista donde hablé todas las pestes posibles a la debacle económica venezolana, decidió tomarse ese café que ofrecí a su llegada a mi casa. Basta con leer en su edición online el pasquín Granma, autodenominado “órgano informativo del partido comunista”, para entender (y esto lo digo con todo respeto y rigurosa disciplina profesional), que no hay nadie más desinformado que un periodista cubano, que ejerza esa bella profesión dentro de las fronteras castrantes del comunismo caribeño. La verdad es que no puedo explicarles, porqué hice la pregunta de tan vieja data a mi amigo Oscar; y digo vieja data porque lo que paso a narrar sucedió en 1968. Le pregunté si él sabía algo sobre un suceso con un buque llamado “Alecrín” y pasó a contestarme una historia tan fantástica como falsa y redundaba en detalles que nunca existieron y a esto agregaba que él fue el que hizo el seguimiento periodístico de esos pobres pescadores que habían sido objeto de un acto de piratería y habían sido secuestrados y maltratados, pero que nunca se rindieron y que por su valentía tuvieron que ser devueltos a la Isla de Cuba y fueron recibidos por el mismo Fidel Castro como héroes de la Patria y que a bordo y a su llegada al puerto de la Habana, subió tanta, pero tanta gente que el buque escoró peligrosamente hacia uno de sus costados. Todo esto sirvió como un balde de agua fría para mi querido amigo, cuando tomé de mi biblioteca ese álbum de fotografías que me llegó a raíz de la muerte de mi Padre, quien fue el Comandante del buque de guerra, que atrapó en aguas venezolanas, a unas ocho millas de “Los testigos” (un archipiélago muy cercano a la Isla de Margarita), al buque de bandera cubana Alecrín, que llevaba a bordo, personal, armamento y ropa verde, para la guerrilla comunista que operaba en Venezuela en aquellos terribles tiempos. La generación de Papá, puso los muertos que costó la libertad y entre ellos podemos contar con honor, al cuñado del actual Embajador ante la Organización de Estados Americanos y rastrero insecto, Roy Chaderton Matos, quien fue ascendido post morten a Capitán de Corbeta, y fue recogido por partes, cuando le lanzaron una granada dentro de su jeep militar, en una emboscada, cuando hacia una patrulla, junto a su tropa de la Infantería de Marina. Me refiero al admirado Capitán Miguel Ponce Lugo. Un pelotón regular de un ejército, tiene nominalmente treinta y seis hombres, pero todos sabemos que las guerrillas trabajan a nivel de escuadras y grupos de fuego, con resultados excelentes y el Alecrín llevaba a bordo treinta y ocho indeseables cubanos castristas, dispuestos a invadir a Venezuela, quien siempre fue un objetivo primario de los Castros desde su llegada a instaurar la revolución en aquellos años 1959. Oscar, a quien bien conozco como profesional y buena persona, gentil caballero de gran humor y acucioso investigador, no salía de su impresión y entendió, que el engaño comunista que intentó sin éxito castrar su talento periodístico, todavía le perseguía, después de tantos años y me convidó a hacer un nuevo programa donde develáramos la verdad de lo ocurrido y así lo hicimos y pueden Uds. Disfrutar de esa nefasta historia en su blog www.universoincreible.com Quiero recordar que la Cuba de aquellos tiempos era una suerte de potencia militar apoyada por la Unión Soviética y las Fuerzas Armadas venezolanas, éramos una organización profesional que logró poner de rodillas al lambarero matón y sus tropas invasoras. Todos aquellos supuestos héroes cubanos del Alecrín, querían quedarse en Venezuela y pacificarse, pero la democracia no lo permitió y el joven Capitán de apellido Vargas, de tan solo veinticuatro años de edad y quien comandaba la incursión cubana, murió a los cuarenta y tantos años, alcoholizado con la ingesta barata de casi cualquier cosa en un país que nunca le dejó decir la verdad. Como actúan los pillos, maulas y mal vivientes (y narcotraficantes). Fidel Castro Ruz, entendió que la lucha debía mutar y comprendió que la vía debería ser otra, con las aproximaciones ajustadas a los tiempos y se hizo de Hugo Chávez; y la Unión Soviética se vino abajo; y buscó a otra meretriz que pagara sus excesos y abusos contra su propia gente y el títere (Chávez) le entregó sin usar ni un solo proyectil a la Venezuela de la fallida invasión de Machurucuto y de la guerrilla cuyo discurso dejó de funcionar y ¿saben por qué?, porque cuando se es joven y comunista, lo más seguro es que se sea un sonador, pero en la madurez, un comunista es un verdadero estúpido y son comunistas hasta que se enriquecen o peor aún, hasta que se acaba el dinero de los demás. Un comunista, nada produce, nada construye, todo se hace gris derredor, créanme, literalmente gris como lo es la Habana o Caracas, pero, les ruego que recuerden cuando cayó el muro de Berlín y ese, el color de la ceniza era el que imperaba y contrastaba con la Alemania de la prosperidad y el crecimiento. De acuerdo a cifras no oficiales, pero absolutamente confiables, en Venezuela operan sesenta y seis mil funcionarios castristas cubanos en todos los órdenes de la vida nacional y ahora sí, de acuerdo a cifras oficiales que lindan con las investigaciones más minuciosas de periodistas de esta orilla, a Venezuela le quedan tan solo dos semanas de liquidez monetaria, para los efectos de esta edición, de manera que se aproxima una devaluación o mi país pasará la sutil pero terrible frontera de la escases a la hambruna. El Gobierno ilegítimo de Nicolás Maduro, deberá mendigar con eficacia para correr la arruga y obtener al menos un poco de oxígeno que le permita respirar. Deberá suplicar la ayuda de Bolivia, Colombia y Brasil, Nicaragua y los demás chupadores del dinero que ya no producen, pero la rémora más grande y succionadora, la cual es la Cuba de los Castro, no cesará de chupar hasta que muera la Venezuela ocupada por su Ejército de saqueadores autorizados por la chusma insurrecta que les permite impunemente asesinar los grandes valores de los muertos de la guerrilla, cuyo sacrificio aún no se paga. Agradezco con humildad a los cubanos de Miami, que siempre ayudan a develar la terrible maldición comunista que toma las mentes de los más débiles y que nosotros, cual exorcistas debemos sacar esos demonios terribles para dar espacio a la concordia de Dios y las bienaventuranzas del futuro y la prosperidad.